Karen Colocho, una residente del cantón El Farito, de Conchagua (La Unión), no pudo continuar con sus estudios tras finalizar el bachillerato, por diferentes motivos, pero decidió tomar algunos cursos en computación y comenzó a aprender a elaborar artesanías a base de papelería, con miras a iniciar un emprendimiento con esas habilidades.
La aspiración de esta joven de 23 años es tener un negocio para comercializar sus creaciones, pero no había encontrado la forma para aprovechar sus habilidades y emprender el proyecto.
Ahora es parte del tercer grupo de 150 jóvenes de los municipios de Conchagua y La Unión que serán formados en diferentes áreas mediante un proyecto que es financiado por el Gran Ducado de Luxemburgo. Los fondos están destinados al desarrollo de las habilidades de los jóvenes de esos dos municipios unionenses.
«Por el momento, estamos descubriendo nuestras habilidades y sobre lo que queremos, porque podemos aplicar por la opción de emprendimiento o aprender un oficio, y tenemos las herramientas para desarrollar la elección que hagamos», explicó la joven artesana.
Con este grupo ya son 450 los jóvenes de ambos municipios que están siendo formados mediante este proyecto, que es ejecutado en el territorio por la Fundación Salvadoreña para la Promoción Social y el Desarrollo Económico (Funsalprodese).
«En comunidades y municipios como Conchagua y La Unión, para los jóvenes siempre ha sido casi que una negativa el acceso al trabajo y a prepararse. Va dirigido a ellos para el desarrollo de ciertas habilidades», dijo Rubén Quintanilla, director general de Funsalprodese.