Carlos III inicia el viernes su primer viaje largo tras el cáncer que le diagnosticaron en febrero, con escalas en Australia, donde el movimiento antimonárquico crece en un país que tiene al rey británico como jefe de Estado, y en Samoa.
El soberano, de 75 años, viajará junto a su esposa Camila, de 77, a estos dos países de Oceanía, en una delegación que incluye a dos de sus médicos, que le acompañarán pese a autorizar un paréntesis en el tratamiento contra el cáncer del monarca, del que se desconoce su naturaleza.
En este viaje entre el 18 y el 26 de octubre, Carlos III asistirá en Samoa a una reunión de la Commonwealth, al ser jefe del Estado de 14 miembros –entre ellos Australia– de los 56 de esta mancomunidad de países que en su mayoría comparten lazos históricos con Reino Unido.
El desplazamiento de la pareja real puede relanzar el debate sobre el futuro de la monarquía en Australia, donde hay numerosos partidarios de un sistema republicano.
Grupos antimonárquicos han estado vendiendo estos días en Australia productos, como camisetas, con eslóganes republicanos de lo que han bautizado como la «gira de despedida» del monarca.
Graham Smith, máximo responsable del grupo británico Republic, se encuentra también en Australia planificando protestas.
Una encuesta del instituyo YouGov del año pasado mostró que uno de cada tres australianos apoya convertirse en una república lo antes posible y un número similar quiere seguir siendo una monarquía.
Reparaciones por la esclavitud
La gira llega además en medio de llamados a reparaciones por la esclavitud por parte de líderes de países caribeños miembros de la Commonwealth, en su mayoría excolonias británicas.
Antes de la reunión de Samoa, el barbadense Hilary Beckles, presidente de la Comisión de Reparaciones de la Comunidad del Caribe (Caricom), anunció que su organismo persistirá en su estrategia de convocar una cumbre para «trabajar sobre cómo debería ser un modelo de justicia reparadora».
Tras el anuncio de su cáncer, Carlos III reanudó sus actividades públicas a finales de abril.
Este viaje será, desde entonces, el segundo del soberano al extranjero, después de haber asistido en junio en Francia a las conmemoraciones del Desembarco de Normandía, que significó el inicio del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Cuando era príncipe, el monarca viajó en varias ocasiones a Australia, pero es la primera vez que acude desde su acceso al trono en septiembre de 2022, convirtiéndose de forma automática en jefe de Estado de este país.
Su visita constituye además la primera de un monarca británico a Australia desde 2011, cuando su madre, Isabel II, fallecida en 2022, se desplazó al país.
Entre los temas a tratar por el rey, durante su estancia en Canberra, la capital australiana, estarán proyectos sobre la protección del medioambiente y el impacto del cambio climático.