A pesar que no fue un lleno total, la afición de Águila puso todo el ambiente en la final ante Jocoro, la primera después de un año en el máximo circuito del fútbol nacional. El inusual horario (6:00 de la tarde), permitió que pasado el mediodía se empezara a ver una marea negronaranja.
Con el pasar de la tarde, las diferentes excursiones desde San Miguel, en su mayoría, comenzaron a pintar los alrededores del estadio Cuscatlán, con el optimismo de los emplumados por ver a su equipo campeón.
«Señores, soy aguilucho, daremos guerra», «Águila, querido amigo», entre otros, fueron los cantos que se escucharon desde los tendidos populares, donde los emplumados colmaron para darle ambiente a la final. Los fogoneros, por su parte, anclados en la sombra norte, con todo su esfuerzo hicieron ruido para apoyar a los suyos.
Mientras el equipo táctico operativo de Protección Civil y la Policía Nacional Civil se desplazaron para garantizar la seguridad y el bienestar de los asistentes al estadio Cuscatlán, que vivió una auténtica fiesta.