La matanza, perpetrada el domingo por la noche y atribuida a Sendero por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, puede elevar la tensión en la polarizada campaña al balotaje presidencial del 6 de junio entre el izquierdista Pedro Castillo y la derechista Keiko Fujimori.
Según el gobierno, los 14 lugareños fueron asesinados en la aldea de San Miguel del Ene, en el distrito de Vizcatán del Ene (de 5.000 habitantes), que forma parte del valle cocalero conformado por los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, conocido por su acrónimo de VRAEM y donde operan remanentes de Sendero, al que las autoridades califican de grupo terrorista.
El Comando Conjunto dijo en un comunicado que «en el lugar se hallaron panfletos que conminaban a la población a no participar en el proceso electoral 2021», y atribuyó el ataque a una columna senderista dirigida por Víctor Quispe Palomino («Camarada José»).
«Condeno y repudio enérgicamente el asesinato de 14 personas en el VRAEM», tuiteó el presidente interino peruano Francisco Sagasti, quien ordenó «el despliegue de patrullas» militares y policiales en la zona «para que esta acción terrorista no quede impune».
La ministra de Defensa, Nuria Esparch, prometió también que la matanza «no quedará impune» y la Fiscalía comisionó a una unidad especializada en terrorismo para iniciar las investigaciones.
«Se solicitó apoyo a la Policía Nacional para efectuar el levantamiento de los cadáveres y conducirlos a la morgue del distrito de Pichari para la realización de la necropsia de ley», indicó el Ministerio Público en Twitter.