El proceso para la construcción de la planta de generación eléctrica con biogás, en el río Acelhuate, avanza a buen ritmo, aseguró la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL).
La autónoma, junto a los diseñadores del consorcio Fichtner/EC, inspeccionaron recientemente las áreas donde se colocará el colector de 3.2 kilómetros de longitud, que transportará el agua residual que actualmente es vertida sin tratamiento en la cuenca del río hasta la futura la central.
Según las especificaciones, el colector combinará la tecnología de empuje con la convencional.
«Estamos realizando una verificación para identificar áreas de mejora que permitan minimizar el costo y que el diseño sea más eficiente», explicó Félix González, Ingeniero de Proyectos del consorcio Fichtner/EC.
Asimismo, la CEL aseguró que la topografía de las zonas en las que se colocará el colector ha sido un reto tanto para el equipo técnico, como para el consorcio alemán-salvadoreño a cargo del diseño, pues el tramo comprende desde el punto de descarga de ANDA ubicado en la colonia Santa Margarita hasta la Estación Depuradora que se ubicará en Planes de Mariona, ambos puntos de Ciudad Delgado, en San Salvador.
De manera simultánea, la institución ejecuta los Estudios de Impacto Ambiental, geotécnicos y topográficos en el área donde se instalará la futura planta, que permitirá descontaminar los ríos Urbina, Tomayate, Acelhuate y Lempa, este último siendo el principal recurso para la generación de energía eléctrica para las familias salvadoreñas.
La planta de biogás se ubicará entre los municipios de Ciudad Delgado y Cuscatancingo, un proyecto innovador a través del cual se tratará el 70 % de las aguas negras y contaminadas provenientes del Área Metropolitana de San Salvador (AMSS).
El ambicioso proyecto es parte de las estrategias que implementa el Gobierno para incrementar el porcentaje de energía renovable en el país.
La planta, que tendrá una inversión de $32 millones, generará energía a través de tres tipos de tecnologías (biogás, fotovoltaica e hidráulica), llevará electricidad a 21,000 hogares salvadoreños y mejorará la calidad de vida de quienes residen en las zonas de influencia de la futura planta de generación eléctrica con biogás.
Hasta febrero pasado, el estudio de impacto ambiental, que es un paso decisivo para concretar el proyecto, llevaba un 20 % de avance.