Dicen que la fe es el manto que calma el frío de las tempestades, que, en la fe, los feligreses encuentran paz, reposo y descanso en tiempos de agitación y calamidad. Por eso, a pesar de vivir en un año 2020 marcado por la pandemia y todo el dolor que ha dejado en El Salvador y el mundo, César Arucha y su familia no perdieron de vista su objetivo para este mes de diciembre: plasmar su arte en una alfombra que sería su ofrenda de agradecimiento a la Virgen de Guadalupe.
A César Arucha y más de 15 miembros de su familia la pandemia no los frenó. Desde que les confirmaron su espacio para poder ofrendar su arte a la Virgen, alistaron sus materiales, se prepararon con toda su experiencia y, también, mascarillas en rostro y alcohol gel en sus manos, tomaron las medidas de bioseguridad que la época actual exige a todas las personas.
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Talento y devoción: Una herencia de familia
«Como familia teníamos un deseo hace rato de ser parte de la celebración a la Virgen de Guadalupe. Este año, gracias a los religiosos de las Hermanas Somascas, nos dieron la oportunidad y venimos a hacer una ofrenda a la Virgen, con esta alfombra de rosas y ángeles», explica César, mientras presume su alfombra a todos los feligreses que llegan a la Basílica de Guadalupe.
Los Arucha son una familia del municipio de Ayutuxtepeque, en el departamento de San Salvador. Según César, durante varios años han colaborado en la elaboración de alfombras en la época de Semana Santa en el municipio de Izalco, departamento de Sonsonate. Para ellos, esta es una tarea familiar, una actividad que afirma sus corazones en la fe que han profesado desde siempre y que, también, les ayuda a reforzar los lazos familiares y transmitir la herencia artística a las nuevas generaciones.

«Cada año en Semana Santa hacemos la alfombra principal en Izalco Sonsonate para el viernes Santo y este año Dios nos dio la oportunidad de hacerla acá como un regalo para la virgen de Guadalupe. Somos unos 15 o 20 de la familia. Todos de Ayutuxtepeque», cuenta César, mientras el resto de su familia continúa con la labor de mantener viva la alfombra que han ofrendado a la Virgen de Guadalupe.
La alfombra de este año tiene un sentido y un significado, según explicó César. No solo se trata de un bonito dibujo que hacen por pasatiempo. Es la construcción artística que lleva un mensaje y que posee un significado tanto para ellos, como artistas, como para los feligreses que puedan apreciarla.
«Queremos representar que María es la reina del cielo y de esa manera hemos puesto ángeles con lunas y sol y lo hemos adornado con rosas, que es el símbolo de nuestra madre María. Somos una familia muy fervorosa que hemos tratado de unir el arte con nuestra fe y la religión», comenta.

La fe que brilla más fuerte en época de pandemia
Pero los Arucha no son la única familia que ve en esta celebración la oportunidad de expresar su agradecimiento a la Virgen de Guadalupe. Para Patricia Carolina Santos, de Ilopango, llegar a la Basílica de Guadalupe es una muestra de agradecimiento a lo que ella considera como un milagro de parte de la Virgen de Guadalupe.
«La niña (su hija) cuando nació, nació mal de los bronquios y le prometí a la Virgen que la iba a estar trayendo mientras me la tuviera con salud. Tres años voy a tener (de asistir). Siento un alivio porque le estoy cumpliendo a ella. Yo dije: “si no puedo entrar (por medidas de bioseguridad), aunque sea así de afuera voy a estar», comentó.

Jaqueline Quintanilla y su hija Gaby también enfatizaron en la importancia de reforzar la fe en un año que ha sido duro para todos. «Toda mi familia veneramos a nuestra querida Virgen porque nos hizo muchas intervenciones en salud y porque le ha regalado dos becas a mi hija, Gaby, fuera del país. La perseverancia el amor y la fe es lo más importante y no perder que en estos tiempos tan difíciles que tenemos, esa fe a nuestro Señor Jesús y nuestra Madre María es la que nos puede encaminar», relató.
Para Jaqueline es clave que se hayan adoptado medidas de bioseguridad para garantizar mayor protección en la celebración. «Han preparado todo muy bien. Espero que este día y mañana, en todo el mundo, podamos seguir adorando a nuestro señor Jesús y a nuestra María», comentó.
La Basílica de Guadalupe informó de una serie de medidas que se adoptaron para este año en la celebración a la Virgen de Guadalupe. Algunas de ellas son la toma de temperatura, el uso obligatorio de mascarilla, el distanciamiento social y el manejo en el flujo de asistentes para evitar la aglomeración al interior del recinto. Además, se enfatizó en que se prohibiría el ingreso de aquellas personas que presentaran síntomas similares a los del COVID-19.





