La Organización Panamericana de la Salud (OPS) anunció esta semana la selección de dos centros ubicados en Brasil y Argentina para desarrollar y producir vacunas contra la COVID-19 con la tecnología de ARN mensajero.
La directora de la OPS, Carissa Etienne, señaló que América Latina ha sido afectada por la dependencia de proveedores mundiales, pero que la región mantiene la capacidad para fabricar sus propias dosis. Por ello, esta misión será liderada por el Instituto de Tecnología de Inmunobiológicos Bio-Manguinhos de la Fundación Oswaldo Cruz, de Brasil; y en Argentina, por la farmacéutica del sector privado Sinergium Biotech.
Sinergium se asociará con la farmacéutica mAbxience para fabricar los ingredientes activos de las vacunas. Con este proceso, en el que un comité de expertos verificó más de 30 propuestas, esperan acelerar la administración de dosis a los países con poco acceso a las vacunas.
Etienne dijo que los dos centros en Sudamérica tienen experiencia en el área, además recibirán apoyo técnico de la OPS y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El ARN mensajero es la misma plataforma tecnológica que utilizan Pfizer y Moderna. Una vez que las vacunas estén listas, se distribuirán por medio del Fondo Rotatorio de la OPS para la región.
Etienne admitió que es un mecanismo extenso, así que invitó a farmacéuticos públicos y privados que desarrollen componentes esenciales de ARN mensajero a que se integren a este proyecto.
Las solicitudes se recibirán hasta el 15 de octubre, agregó. Hasta esta semana, el 35 % de la población en América Latina y el Caribe había sido vacunado con las dos dosis.
La directora de la OPS explicó que el ARN mensajero no solo protegerá contra la COVID-19, sino contra otras enfermedades infecciosas. De acuerdo con los estudios, el ARN mensajero les enseña a las células a producir la proteína que desencadena la respuesta inmunitaria del organismo. Esos anticuerpos son los que defienden al sistema contra el virus.