En esta edición marcada por la ausencia del equipo ruso, dominador de la natación artística en los últimos seis Juegos, las chinas no dieron opción a las demás rivales.
Las asiáticas, que llegaban liderando la clasificación tras el ejercicio libre y la rutina técnica, no fallaron y acabaron haciéndose con su primer oro olímpico por equipos tras volver mostrarse inalcanzables en la rutina acrobática con la que este miércoles finalizó la prueba.
Este ejercicio, que tras el cambio de sistema de puntuaciones debutaba en estos Juegos de París-2024, es el más espectacular de los tres que cuentan para la nota final y las nadadoras chinas, entrenadas por su compatriota Zhang Xiaohuan y la exseleccionadora española Anna Tarrés, fueron las que más alto volaron en el Centro Acuático Olímpico del norte de París.
Potentes y precisas, las vigentes campeonas mundiales encabezaron los tres ejercicios para sumar un total de 996,1389 puntos y se afianzan como nación dominante de la natación artística en ausencia de las rusas.
Tras su arrasador comienzo en París, la duda este miércoles era apenas cómo se repartirían los otros dos escalones del podio en una competición que fue una alegre celebración de este deporte que mezcla fuerza, precisión y arte en el agua.
Fiesta en el agua
Las primeras entre las favoritas al podio en competir fue el equipo español, arropado por una numerosa hinchada que agitaba sus banderas en un Centro Acuático prácticamente lleno.
Con la trabajada expresividad que caracteriza los ejercicios de las españolas, el equipo que entrena la japonesa Mayuko Fujiki y Judit Requena realizó una espectacular rutina titulada «One shot, one opportunity», enfundadas en unos barrocos bañadores negros coronados con los cabellos recogidos en un moño dorado.
Las españolas, que llegaban en tercera posición sumaron 267,1200 puntos, elevando su total a 900,7319, lo cual ponía muy de cara un lugar en el podio a la espera todavía de que compitieran sus rivales directas por escoltar a China.
Pero las japonesas, que partían en cuarta plaza, no lograron sobrepasarlas con una rutina llamada «Alligator» y se quedaron con una puntuación global de 880,6841.
Quienes no fallaron su oportunidad fueron las estadounidenses, que lograron mantenerse en el segundo puesto al que habían escalado la víspera tras la rutina técnica.
El equipo del que la laureada exnadadora española Andrea Fuentes (tres platas y un bronce olímpicos) es una de sus entrenadoras, fue muy preciso en los complejos saltos de su rutina y, enfundadas en un brillante bañador multicolor se aseguraron la plata con un total de 914,3421 puntos.
Solo faltaba entonces nadar al equipo chino, que salvo sorpresa mayúscula iba a certificar su oro, por lo que españolas y estadounidenses se fundieron entonces en un abrazo al lado de la piscina que sabía ya a podio.
El equipo mexicano, de su lado, quedó en séptima posición.
La competición de natación sincronizada continuará el viernes con la rutina técnica de dúo y el sábado con el ejercicio libre que juntos decidirán quiénes son las medallistas en esta especialidad.