La investigación, realizada por científicos de la Fiocruz, se ha sometido a tres experimentos en el laboratorio, pero es sólo el punto de partida para la evaluación de una posible terapia con este enfoque.
Las células investigadas en el estudio eran macrófagos, que forman parte de las defensas del organismo. Existen dos tipos de estas células, las M1 y las M2, mientras que el primer tipo está más asociado a la expansión de los tumores, el segundo lo está a la contención.
Cerca de la mitad de la masa de los tumores malignos de mama está compuesta por macrófagos, y la investigación evaluó qué ocurriría si el tipo M1 se alterara a M2.
Para que este cambio ocurriera, se utilizaron nanopartículas de óxido de hierro, producidas en el laboratorio a través de una asociación entre Fiocruz Minas y el Departamento de Física de la Universidad Federal de Pernambuco.
«La idea era transformar M2 en M1, a través de un tratamiento local, realizado directamente en el tumor, lo que permitía un mayor control en comparación con las intervenciones sistémicas», explicó la científica Camila Sales, quien dijo que la propuesta es que, en contacto con el compuesto, los macrófagos M1 se transformen en M2, reforzando el control de la expansión del cáncer.
Se realizaron pruebas in vitro con células humanas en dos y tres dimensiones, con resultados positivos, y también experimentos de laboratorio con ratones.
Según la Fiocruz, los indicios positivos representan una prueba de concepto para que la investigación avance, pero aún es necesario evaluar otra serie de cuestiones, como los efectos fisiológicos, los mecanismos de acción, los efectos secundarios, el tiempo de absorción del fármaco y la biodistribución en el organismo, entre otros aspectos.