Científicos presentaron el martes en Ámsterdam una albóndiga de carne cultivada en laboratorio de un mamut lanudo, una especie extinguida, y afirmaron que esta incursión en el pasado abre el camino a los alimentos del futuro.
El manjar de la firma australiana de carne cultivada Vow se expuso bajo una campana de cristal en el museo de ciencias NEMO de la capital neerlandesa.
Pero esta carne paquidérmica todavía no está lista para ser consumida: esta proteína con miles de años debe todavía pasar pruebas de seguridad antes de poder ser devorada por los seres humanos de la actualidad.
«Escogimos la carne de mamut lanudo porque es un símbolo de pérdida, extinguido por los cambios climáticos anteriores», dijo a la AFP Tim Noakesmith, cofundador de Vow.
«Nos enfrentamos a un destino similar si no hacemos las cosas de forma distinta, como cambiar las prácticas de la agricultura a gran escala y nuestra forma de comer», añadió.
Cultivada durante varias semanas, la albóndiga fue creada por científicos que habían identificado previamente la secuencia de ADN de la mioglobina del mamut, la proteína que da el sabor a la carne.
La secuencia, con algunas lagunas, fue completada con los genes del elefante africano, el pariente vivo más cercano de ese paquidérmico ancestral, e introducida en células de cordero con ayuda de una carga eléctrica.
«No voy a comerla todavía porque no hemos visto esta proteína desde hace 4.000 años», declaró Ernst Wolvetang, del Instituto Australiano de Bioingeniería de la Universidad de Queensland, que colaboró con Vow.
«Pero después de las pruebas de seguridad, estaré realmente curioso de ver a qué se parece», añadió.
El consumo mundial de carne casi se duplicó desde comienzos de los años 1960, según las cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De acuerdo a esta entidad, la ganadería representa un 14,5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero causadas por el hombre.
Ante la previsión de que este consumo aumente todavía un 70% hasta 2050, los científicos buscan alternativas como la carne vegetal o cultivada en laboratorio.
Con sede en Sídney, la empresa Vow no quiere impedir a la gente que coma carne, sino «darles algo mejor», dice Noakesmith, quien se define como «vegetariano frustrado».
«Escogimos hacer una albóndiga de carne de mamut para atraer la atención de que el futuro de la alimentación puede ser mejor y más sostenible», afirma.