El ataque se produjo la noche del martes. Los agresores llegaron en motocicletas hasta un «lugar donde se encontraban» ocho personas y les dispararon de «manera indiscriminada», dijo el coronel Jorge Salinas, jefe de la policía en el departamento de Putumayo.
En declaraciones a Blu Radio este miércoles, el oficial precisó que cinco de las víctimas fallecieron en el lugar y las otras tres, incluidas dos mujeres, resultaron heridas, una de ellas de gravedad.
Según la autoridad, el sitio donde se produjo la matanza era «frecuentado» por consumidores de drogas.
La policía sospecha que el ataque pudo ser perpetrado por los «Comandos de la Frontera», uno de los múltiples grupos que se armaron tras la desmovilización en 2017 de la entonces guerrilla de las FARC, hoy partido político.
Hace poco menos de un mes, los «Comandos de la Frontera» se trenzaron en una feroz lucha con otros disidentes de las FARC en Putumayo, en la que murió al menos una veintena de presuntos combatientes.
Ante el auge del narcotráfico, las organizaciones que siguieron en armas intentan dominar extensiones enormes de narcocultivos, así como las rutas de salida de la cocaína hacia Europa y Estados Unidos, vía Ecuador.
A raíz de la masacre en Orito, los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Ecuador, Guillermo Lasso, planean realizar «operaciones conjuntas » en la frontera de 586 km, según un intercambio de tuits.
Petro señaló que esas acciones estarán dirigidas hacia «las mafias que utilizan la frontera como ruta del narcotráfico».
«Cuente con nuestra ayuda activa», respondió Lasso, destacando la lucha que libra su gobierno contra el «narcotráfico, la narcopolítica y el crimen organizado».
El gobierno de Petro, el primero de izquierda en Colombia, pretende extinguir por completo el último conflicto armado interno del continente, mediante negociaciones de paz o beneficios penales a los grupos del narco que acepten desmantelar «pacíficamente» el negocio.
Sin embargo, su llamada política de «Paz Total» todavía no logra detener la espiral de violencia que envuelve al país luego del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Según la ONG Indepaz, este año se han perpetrado 93 masacres con decenas de víctimas. Pese a cinco décadas de persecución del narcotráfico, Colombia es el mayor productor mundial de la cocaína que se consume en países desarrollados.