Filmar la violencia desde un ángulo «más crudo». Esto es lo que busca el cineasta mexicano Amat Escalante con sus películas, como en «Perdidos en la noche», donde mezcla gente famosa, redes sociales y la industria minera para contar la tragedia de los desaparecidos.
En el filme, presentado en Cannes fuera de competición, Emiliano, un joven con trabajos precarios, busca desesperadamente a su madre, una maestra opuesta a una explotación minera que desapareció unos años antes.
El protagonista está dispuesto a todo para encontrar su paradero, incluso trabajar en casa de una familia de artistas famosos que, según él, están involucrados en el crimen.
Con unas imágenes muy cuidadas, estilizadas, pero que muestran directamente la violencia, Escalante desarrolla la historia entre esa familia adinerada y Emiliano, en forma de thriller.
«Hay una forma que es más común en el cine de filmar violencia y creo que lo que yo intento es aproximarme desde otro ángulo más crudo, un ángulo desde el que no estamos tan acostumbrados a ver el acto de la violencia cuando sucede», dice el cineasta en una entrevista este viernes con la AFP.
A diferencia de Hollywood, donde es más cuestión de emoción, añade, «para mí la violencia es más bien lo opuesto a estar exaltado. Es muy triste y me interesa mostrarla de esa manera más honesta».
Escalante vuelve a Cannes, una década después de haber competido por la Palma de Oro con «Heli», que cuenta la historia de una adolescente que se enamora de un joven policía implicado en un caso de desvío de dinero. Se llevó el premio a la mejor dirección.