Diferentes organizaciones sociales que conforman el colectivo “Salvemos el Valle del Ángel” se concentraron frente a las instalaciones del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) para solicitar que no se entreguen los permisos ambientales al proyecto urbanístico “Ciudad Valle El Ángel” porque advierten un posible desabastecimiento de agua potable en las comunidades de los municipios de la zona norte de San Salvador, especialmente en Apopa que es donde se encuentra el proyecto urbanístico.
«Hemos analizado que existirán afectaciones en el medio ambiente porque se deforestará un gran espacio verde, pero también un impacto negativo a nivel social y económico, porque para abastecer este nuevo proyecto urbanístico dejarán desabastecido las zonas de los alrededores, donde no llegará el agua»
expresó Elías Alfredo Rosales, vicepresidente de la Asociación de Aguas Rurales (ARA).
El especialista también explicó que, debido a la construcción del pavimento, ya no se filtrará el agua en la tierra y cuando sea temporada de lluvias, esto sobrecargará la cuenca del río Tomayate, lo que producirá inundaciones en las comunidades de los alrededores del río. «Consideramos que serán unas 50,000 personas afectadas entre el desabastecimiento y el impacto ambiental, es por eso que pedimos al MARN que analicen bien esos permisos y que no los entregue porque dañarán a muchas personas», explicó Rosales.
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Los manifestantes expresaron su oposición con carteles, cantos y mensajes para las autoridades. También entregaron una carta dirigida al ministro del MARN, Fernando López, donde explican las razones de su desacuerdo con la entrega de permisos. A la vez, comentaron que desde hace meses solicitan transparencia en el proceso de permisos, pues consideran que la población afectada debe conocer el avance del proyecto que afectará a sus comunidades.
Por su parte, Carlos Flores, miembro del Foro del Agua, comentó que desde la organización han apoyado la iniciativa del Colectivo «Salvemos El Valle del Ángel», porque consideran que los efectos de la construcción serán a gran escala. «Queremos evitar la construcción porque son más de 300 manzanas de terreno las que se pretenden urbanizar. Los impactos a nivel social y económico serán grandes y seguimos solicitando a las instituciones mayor transparencia en este proceso y que lo analicen con mucho cuidado», detalló Flores.