El presidente de Colegios Privados de El Salvador, Javier Hernández, destacó ayer la efectividad de los planes de seguridad que implementa el Gobierno Central para combatir la criminalidad, cuyos resultados han beneficiado a la comunidad estudiantil en el sentido de que el nivel de amenaza que los grupos terroristas representaban para los alumnos ha disminuido considerablemente.
Hernández incluso aseguró que existen condiciones de seguridad que les permite a los estudiantes asistir a centros educativos donde antes no se podía por el temor a las pandillas.
«Estas medidas que se tomado han sido muy buenas porque ya no hay el temor de que los territorios están siendo dominados y amenazados y los estudiantes que pueden llegar de estos territorios. Esto es un factor muy positivo», afirmó Hernández durante la entrevista de Diálogo de Canal 21.
El año anterior, cuando se instauró el régimen de excepción, por ejemplo, no hubo un solo asesinato de estudiantes ni profesores por primera vez en la historia de El Salvador, a pesar de que miles retornaron a las aulas tras haber estado en clases virtuales obligados por la pandemia.
El régimen de excepción ha permitido la captura de más de 61,500 pandilleros y colaboradores, lo que ha reducido no solo los asesinatos al mínimo, sino también todos los delitos de alto impacto, como desapariciones, robos, extorsiones y secuestros.
El representante de los colegios agregó que están agradecidos por las medidas implementadas por las autoridades de seguridad en función de garantizar la tranquilidad de la población.
«Como colegios privados agradecemos estas medidas que ahora nos están llevando a tener mayor seguridad y retornando los estudiantes que habían abandonado las aulas; esto es algo positivo», dijo.
Añadió que este clima de tranquilidad «contribuye a que podamos vivir en un ambiente con mayor certeza de lo que estamos haciendo, porque la inseguridad se veía venir en el trayecto que había al colegio, era algo que había que pensarlo dos veces para inscribir a un hijo».
Hernández agregó que en una visita a colegios privados en Guatemala hubo padres de familia que le externaron de forma positiva el esfuerzo que el Gobierno salvadoreño ha desarrollado para proteger a los estudiantes, maestros, padres de familia y empleados de centros educativos que forman parte de la comunidad escolar.
En décadas pasadas, los gobiernos de turno poco o nada hicieron para garantizar la protección de los alumnos, pues era común el asesinato de jóvenes estudiantes a manos de las pandillas o, en su defecto, el reclutamiento para que se incorporaran a estructuras criminales. El fracaso de los planes de seguridad de los gobiernos pasados, que se caracterizaron por favorecer a los pandilleros, se tradujo en el asesinato de más de 140 estudiantes entre 2015 y 2016.
Solo en este último año las condiciones de inseguridad provocaron la deserción estudiantil de un estimado de 15,000 estudiantes, lo que representó cerca del 50 % de los jóvenes que dejaron de estudiar en 2016, según el Ministerio de Educación.