Durante la jornada, en las diferentes ciudades del país miles de personas abandonaron este accesorio que fue obligatorio durante la pandemia con el fin de evitar contagios y muertes derivadas de la enfermedad.
«Estoy feliz, es un regalo para mí poder respirar tranquilo adentro y afuera, a donde vaya, considero que esa era la idea de vacunarnos todos y realmente esperé mucho este día», dijo Carlos Baena, un joven bogotano.
Sin embargo, otras tantas personas siguen utilizando este elemento de protección por miedo a posibles contagios con nuevas variantes del coronavirus que en el país ha ocasionado el fallecimiento de más de 139,000 personas.
«El Gobierno dice que ya podemos quitarnos el tapabocas pero yo prefiero seguir utilizándolo ya que soy una persona vulnerable y sé que la pandemia de COVID-19 todavía no se ha ido, prefiero evitar enfermarme con COVID o con otra enfermedad contagiosa», dijo a Xinhua, la ciudadana Flor López.
El Ministerio de Salud informó esta semana que solo los municipios que cuentan con el 40 por ciento de la población con refuerzos de la vacuna contra el COVID-19 pueden eliminar el uso del tapabocas en espacios cerrados.
Según el cálculo del Gobierno, son alrededor de 18 millones de colombianos en 296 municipios los que pueden quitarse el tapabocas desde ayer, domingo 1 de mayo.
De acuerdo con el último informe del Ministerio de Salud, entregado en la víspera, en el país hay 2.322 casos activos de la COVID-19.