Margareth Lizeth Chacón Zúñiga, la colombiana capturada en El Salvador por su implicación el asesinato del fiscal antimafia de Paraguay, Marcelo Pecci Albertini, habría tenido una notable participación en el manejo del dinero usado para la contratación de los sicarios y compra de armas con las que mataron al funcionario, de acuerdo con la Fiscalía General de la Nación de Colombia.
«La compañera, tuvo el fin de planear y proveer al articulador todos los insumos criminales para acabar con la vida del señor Marcelo Pecci», manifestó el fiscal Mario Burgos en la audiencia de imputación de cargos contra Andrés Felipe Pérez Hoyos celebrada el pasado domingo 15 de enero.
La colombiana es compañera sentimental del empresario Pérez Hoyos, quien también fue capturado por el homicidio ocurrido el 10 de mayo de 2021 en la playa de Barú, a una hora de Cartagena de Indias, Colombia.
Pérez Hoyos fue acusado de financiar el homicidio del funcionario fiscal y fue él mismo quien aceptó su culpabilidad en los hechos al confesar que se había aliado con su hermano Ramón Emilio para planear el asesinato de Pecci Albertini.
«Margareth Chacón y Ramón Pérez se habrían transportado en una camioneta Toyota de color gris, placas IWV 738 y se habrían reunido en un restaurante en El Salvador», agregó el fiscal.
Para la Dirección de Investigación Judicial (DIJIN) de la Policía, la detenida fue clave en «este engranaje criminal, haciendo parte de la financiación económica y la parte logística» para movilizar a los sicarios hasta Cartagena, hospedarlos en el hotel donde Pecci se encontraba con su esposa y, posteriormente, llevarlos a la playa Barú.
Por estos hechos ya fueron condenados a 23 años y ocho meses de prisión el venezolano Wendre Still Scott Carrillo, quien según la investigación disparó contra el fiscal paraguayo; Eiverson Adrián Arrieta Zabaleta, fue el responsable del transporte y la logística, y Marisol Londoño Bedoya y su hijo Cristian Camilo Monsalve Londoño, tuvieron participación en los seguimientos.
Los imputados aceptaron sus participaciones en los delitos de homicidio agravado, y tráfico, fabricación o portación de armas de fuego.
Francisco Luis Correa Galeano, quien es considerado el «cerebro» de la operación para asesinar al fiscal especial, espera juicio para el próximo mes, luego que ha sido aplazado en dos ocasiones. Enfrenta cargos de «homicidio agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones agravado», según reportes de la Fiscalía de Colombia.