Ante las implicaciones económicas que significó la paralización de actividades comerciales en todo el mundo para contener los contagios de COVID-19, el 2020 se convirtió en un año de retos y transformaciones.
Una de esas transformaciones a las que se aferraron desde grandes empresas a pequeños emprendedores fue el comercio electrónico, que dejó de ser una opción para convertirse, en muchos casos, en la única forma en que proveedores pudieron hacer llegar sus productos y sobrevivir a la crisis.
Está dinámica de ventas se define como el proceso de contratación o intercambio de bienes, servicios e información comercial a través de redes de comunicación de datos y tuvo un auge del 83 % en el país el año pasado, según una encuesta realizada por la Defensoría del Consumidor el año pasado.
Según la jefa de la Unidad de Consumo y Mercado de la entidad estatal, Diana Castro este auge está también relacionado a un mayor acceso a internet que se aceleró en los últimos años, ya que incrementó en más de 2 millones de usuarios entre 2005 cuando se portaban 291,000 conexiones y el 2019 con más de 2.8 millones, según estadísticas de la Dirección General de Estadística y Censos (Digestyc).
«Evidentemente hay un crecimiento y parece ser una tendencia prácticamente irreversible que abre muchas oportunidades y también muchos desafíos», consideró Castro.
Asimismo, la experta dijo que en la encuesta realizada por la Defensoría la población manifestó que las redes sociales fueron el principal canal para adquirir bienes y servicios con un 25 %, seguido por llamadas telefónicas directas con un 20 %, aplicaciones con 15 % y otro 15 % lo hizo directamente en las páginas web de los proveedores.
Además, la Defensoría indagó sobre los medios tecnológicos que fueron utilizados por los salvadoreños para realizar compras electrónicas obteniendo que el 96 % de las transacciones se a través de teléfonos inteligentes.
Otro incremento sin precedentes en el 2020, fue en cuanto a la creación de sitios web, ya que de los 9,496 activos en el país, 1,269 se crearon el año pasado y de estos 53 son dedicados a actividades de comercio electrónico donde destacan rubros como ropa, alimentos y bebidas, tiendas por departamento, servicios financieros y equipos informáticos, informó Castro.
Ante este panorama, el presidente de la institución Ricardo Salazar consideró que el estudio es un aporte al fortalecimiento de la protección de las personas consumidoras.
«Sabemos que hoy en día el tema tecnológico es fundamental para las empresas y los mercados, por ellos son importantes este tipo de esfuerzos que traspasen el elemento académico y que vayan en la búsqueda de soluciones y advertir de mejores prácticas», sostuvo el funcionario.
La actividad se realizó en el marco de la conmemoración del Día Mundial de los Derechos de las Personas Consumidoras que tuvo lugar el 15 de marzo.