Un mensaje para reafirmar el compromiso de seguir haciendo cambios radicales en El Salvador, un llamado a la población a respaldar dichos cambios y un énfasis en cómo, en el año del Bicentenario, el país ahora vive una verdadera independencia fueron algunos de los puntos clave que el presidente de la República, Nayib Bukele, remarcó ayer por la noche durante el discurso que brindó en conmemoración de los dos años de gobierno.
Desde la plataforma de la nueva Asamblea Legislativa, Bukele fue enfático también al afirmar que aún hay mucho por hacer en el país y que siempre existen grupos que buscan bloquear el trabajo del actual gobierno en beneficio de la población, intentando mantener el control del país en manos de grupos de poder y en la oligarquía.
Estas son algunas de las frases claves del discurso pronunciado anoche por el mandatario salvadoreño:
«Los cambios no son imposibles, pero tampoco son fáciles, mucho menos si son estructurales. Mucho menos cuando los retos son grandes».
«Los salvadoreños decidieron darle otra oportunidad a El Salvador, a pesar de tanto sufrimiento, promesas rotas y corrupción. A pesar de ver políticos que negociaron sus vidas a cambio de votos. A pesar de que lo único que cambiaba en cada elección, era el tamaño de la billetera de los que dejaron a nuestro país sumido en la pobreza y en el subdesarrollo. A pesar de todo eso, los salvadoreños volvieron a creer en que sí podíamos cambiar»
«Con valentía (los salvadoreños) ganaron esa batalla el 3 de febrero del 2019, sin disparar ni una tan sola bala, sin derramar ni una tan sola gota de sangre, como lo intentaron en la guerra civil»
«Cuando las transformaciones no son cosméticas, hay que cortar los problemas de raíz. Puede que tengamos dolor, temor, preocupación y dificultades. Muchas veces hasta sentimos que es difícil seguir adelante. Pero en nuestro corazón, sabemos que tenemos que enfrentarnos a ese proceso, para convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos. Eso es lo que ahora está viviendo nuestro país»
«Seamos sinceros: ¿Cuántas veces se preguntaron si nuestro país valía la pena? En algún momento de nuestra vida, muchos nos lo preguntamos. En algún momento de nuestra historia, nuestro pueblo se lo preguntó. Pero hoy nuestro país se siente diferente. Hoy, como su Presidente, les aseguro que El Salvador sí vale la pena»
«Por primera vez en nuestra historia, los salvadoreños realmente estamos tomando las riendas de nuestro propio destino. Este destino inexorable que tardó 200 años en llegar. Este destino que es nuestro. Logramos cambiarlo, sin postrarnos ante nadie, más que a Dios»
«No voy a decirles que El Salvador es el país de las maravillas. No voy a venir a mentirles, a pintarles un país perfecto y sin problemas. Nos hace falta mucho por hacer. Nuestra gente todavía tiene hambre. Nuestra gente todavía necesita empleos. Nuestra gente necesita pensiones justas. Muchas de las familias salvadoreñas todavía no tienen un techo digno donde vivir»
«Durante 200 años, la democracia fue una pantomima, todo era un teatro. Teníamos elecciones, pero cuando los políticos llegaban al poder se olvidaban del pueblo. Y a la hora de pedir de nuevo el voto, volvían las mentiras y las falsas promesas»
«Nunca más vamos a regresar al sistema que por dos siglos nos hundió en la delincuencia, la corrupción, la desigualdad y la pobreza. Mientras Dios me dé fuerzas, yo no lo voy a permitir»
«El pueblo defiende al pueblo. El pueblo cuida al pueblo»
«En nuestro país siempre hubo un grupo de poder detrás de los gobiernos: un gobierno invisible que nadie eligió. Esa oligarquía todavía tiene mucho poder, porque aún controla el aparato ideológico del Estado. Este aparato siempre ha sido hipócrita, pero muy poderoso. Ahora, haciendo uso de él, nos quieren hacer creer que deberíamos regresar a como era antes.»
«Por primera vez, salvo pequeños residuos, no hay izquierda ni derecha; por primera vez, 9 de cada 10 salvadoreños apoyan una visión, a un Gobierno, a un Presidente»
«Ser su Presidente para mí es más que un honor. Sé que tengo la gran responsabilidad de cuidar del pueblo, y de proteger esta patria con mi vida si es necesario. Ahora quiero hablarle al corazón de cada salvadoreño: Este es el momento en que debemos actuar, para como dice nuestro himno nacional, conquistar nuestro feliz porvenir»
«A partir de ahora, el reto es mucho más grande, los salvadoreños tenemos que decidir liberarnos del yugo de los poderes fácticos, que con su aparato ideológico han gobernado siempre. Y siguen intentando dominar nuestro país»
«Hace dos años era impensable convertirnos en un ejemplo mundial del buen manejo de una pandemia. Que El Salvador iba a ser uno de los primeros países en el planeta en tomar medidas a tiempo. Que íbamos a construir la fase 1 de un hospital de primer mundo, con 400 unidades de cuidados intensivos en tres meses. Y que íbamos a tener uno de los ritmos de vacunación más rápidos de Latinoamérica»