El 19 de julio de 1975, El Salvador estaba en el ojo del mundo de la belleza al ser por primera vez la sede de Miss Universo.
Tuvieron que pasar 48 años para que el país se ubique nuevamente en el radar del certamen más importante en su tipo.
La gran noticia fue dada a conocer en vivo durante la 71.ª edición del certamen la noche del sábado 14 de enero por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
«Es honor para mí anunciar que El Salvador será el anfitrión oficial del próximo evento de Miss Universo, a celebrarse a finales de este año», expresó.
Hace 48 años, el presidente coronel Arturo Armando Molina estuvo presente en el certamen celebrado en el país.
El otrora El Salvador no imaginaba volver a figurar como destino sede para celebración de belleza, y menos en un ambiente completamente diferente en el que la paz y la democracia prevalecen. Ahora el mundo también da cuenta de las mejoras en el territorio salvadoreño.
«Queremos agradecer a la organización de Miss Universo por acompañarnos en este proceso histórico. El Salvador está cambiando y queremos que vengan a vivirlo», manifestó Bukele.
Carlos Jiménez Rauda, director de El Salvador para Miss Universo, compartió con «Diario El Salvador», desde Nueva Orleans, que se siente entusiasmado por la noticia.
«¡Wow! Nos quedamos en “shock” en pleno evento de Miss Universo al salir el video de nuestro presidente. Es un sueño que de nuevo se va a realizar el evento de Miss Universo en El Salvador», dijo Jiménez.
Al mismo tiempo, relató que, previo al anuncio de El Salvador como próxima sede, en una reunión con la dueña del certamen, Anne Jakapong, ella aseguró, sin revelar el lugar, que sería «maravilloso».
«[Antes del anuncio] lo único que nos adelantó es que sería un evento maravilloso, pero no nos dijo dónde sería, pero sí dijo que el próximo Miss Universo sería “wonderful, wonderful, wonderful”», comentó Jiménez.
La inolvidable pirámide
Una imponente pirámide con jeroglíficos prehispánicos y estelas de piedra recreadas que simulaban arcos al centro del escenario acapararon la pantalla de la edición de Miss Universo en 1975.
La gala final fue en el gimnasio nacional Adolfo Pineda, en San Salvador, mientras que para los desfiles de traje de baño de las 71 concursantes el ahora Parque Recreativo Los Chorros fue la pasarela.
La primera finalista fue de Haití y la ganadora fue Anne Marie Pohtamo, Miss Finlandia, quien desfiló con tan solo 19 años ante la audiencia salvadoreña y del mundo como la mujer más hermosa de ese año.
La noche de la coronación, las concursantes, con toda su prestancia, mencionaban a El Salvador como un destino agradable para visitar.
Miss Bolivia fue la más efusiva. Durante su presentación no se contuvo y dijo: «Quiero agregar que me voy a mi país contenta de haber conocido el maravilloso pueblo salvadoreño. ¡Que viva El Salvador! Gracias».
La concursante salvadoreña en esa edición fue Carmen Elena Figueroa. La entonces joven salvadoreña expresó su agradecimiento a todo El Salvador «por tantos estímulos, por tantos aplausos, por tanto cariño que se me ha brindado desde que fui electa Miss El Salvador. Y que he tratado de hacer lo posible de dar a conocer nuestro país, todos sus encantos, y lo he hecho de todo corazón».
A finales de este año, con un nuevo esplendor, el país volverá a recibir a las nuevas representantes de la belleza en el universo, pero ahora brillará no solo por su encanto natural, sus olas de clase mundial y café exquisito, sino también por ser la nación más segura de Latinoamérica.