En un caótico partido que llegó a ser parado por gritos homófobos, México derrotó el jueves a Costa Rica 5-4 en penales (0-0 en los 90 minutos) y chocará con Estados Unidos en la final de la primera Liga de Naciones de la Concacaf.
Como en los cuartos de final de la Copa Oro de 2019, el arquero Guillermo Ochoa volvió a eliminar a Costa Rica en una tanda de penales al atajar en esta ocasión el cobro decisivo de Allan Cruz.
Las penas máximas resolvieron un tenso partido en la ciudad estadounidense de Denver (Colorado) que terminó con enfrentamientos entre futbolistas, aficionados expulsados y varios minutos de juego parado debido a los gritos homófobos por parte de la afición mexicana.
La espectacular estirada de Ochoa permitirá que el técnico argentino Gerardo ‘Tata’ Martino busque su segundo título al frente del ‘Tri’ después de la Copa Oro de 2019.
México, que se autoproclamó como favorito al título, disfrutó de las mejores ocasiones en el encuentro pero la mayoría se acabaron topando con el arquero Leonel Moreira (Alajuelense), quien estuvo a la altura como sustituto del lesionado Keylor Navas.
El ‘Tata’ Martino confió la ofensiva del ‘Tri’ a los talentosos Hirving Lozano y Diego Lainez, la pareja que el sábado generó la remontada en el amistoso ante Islandia (2-1).
Lainez, punta del Betis español, entró en la convocatoria de este torneo por la lesión de Jonathan dos Santos, pero en los primeros 45 minutos fue la mayor amenaza para Costa Rica con su juego atrevido y directo.
En el minuto 20 Lainez pudo abrir el marcador al encontrarse una pelota suelta en el área y lanzar un fuerte zurdazo que rozó el palo.
El veterano Héctor Herrera, con dos disparos atajados por Moreira, y el ‘Chucky’ Lozano también estuvieron cerca de cantar gol.
El delantero estrella del Nápoles controló con el pecho un servicio de Herrera de espaldas al arco y estrelló la pelota en el larguero con un remate acrobático a la media vuelta.
Aficionados expulsados por grito
Sin angustiar al incombustible Ochoa, Costa Rica tuvo un par de llegadas con cierto peligro mientras la atención del juego se comenzaba a centrar en las gradas.
A pesar de los pedidos de Concacaf y de los propios jugadores mexicanos, aficionados volvieron a hacer resonar un grito homofóbico en cada saque de puerta del guardameta rival, lo que hizo que se activara el protocolo de la confederación con un primer aviso desde la megafonía para que cesara.
Tras repetirse, la seguridad del estadio expulsó a varios aficionados por el uso de lenguaje discriminatorio, informó la Concacaf.
A la vuelta del vestuario, Costa Rica seguía aguantando el resultado a la espera de alguna acción puntual en la que el veterano Bryan Ruiz frotara la lámpara o el delantero Joel Campbell ganara la espalda a la zaga mexicana, muy atenta toda la noche.
La escuadra tica tuvo su mejor ocasión en el minuto 53 cuando Alonso Martínez llegó a una pelota franca en el área pero remató con más potencia que colocación.
Poco después el ‘Tata’ Martino comenzó a buscar soluciones en su banquillo y se decantó por la potencia de Alan Pulido en relevo del habilidoso Lainez.
La apuesta por un fútbol más directo no dio resultado y el juego se fue tensando hasta llegar a los altercados entre varios jugadores, lo que reavivó los gritos desde las gradas.
Con el reloj ya en tiempo de descuento, el árbitro guatemalteco Bryan López paró el juego durante varios minutos mientras se advertía por megafonía que el partido podía ser suspendido definitivamente.
Al igual que ocurrió en el amistoso ante Islandia, la cancelación no se produjo y el juego se reanudó hasta llegar a la tanda de penales.
Costa Rica pagó los errores de Óscar Duarte, que lanzó fuera, y de Cruz mientras que por México solamente erró su lanzamiento Uriel Antuna.