El Tribunal Quinto contra el Crimen Organizado de San Salvador, condenó a dos pandilleros de la 18 a penas de 15 y 17 años de prisión, por agrupaciones ilícitas y delitos en contra de la administración de justicia.
A Josué Dagoberto Villanueva Giménez, el juez le impuso ocho años por fraude procesal, cuatro por falsedad ideológica y cinco por agrupaciones ilícitas en perjuicio de la paz pública.
En la vista pública, la Fiscalía General de la República probó que el pandillero elaboró un documento para hacer constar que trabajaba en una empresa de taxis.
En las pesquisas determinaron también que mandó a fabricar un sello notarial falso, para certificar y darle validez a la constancia de trabajo que había presentado.
La conducta delictiva fue descubierta durante una audiencia inicial en un juzgado de paz de San Salvador donde se presentó el documento supuestamente para acreditar arraigo laboral y gozar de medidas alternas a la detención.
Cuando el juez revisó el documento verificó que era falso por lo que ordenó inmediatamente que Villanueva Giménez, fuera capturado y que la Fiscalía iniciara acciones legales por los delitos cometidos.
El tribunal también condenó a Cristian Leonel Chavarría Hernández a 10 años de prisión a extorsión agravada en perjuicio de una empresa de taxis que funciona en Mejicanos, y cinco por agrupaciones ilícitas.
Para probar las agrupaciones ilícitas el ministerio público presentó informes y actas sobre antecedentes que los terroristas tenían, lo cual confirmó que pertenecen a la cancha Columbia de la pandilla 18 facción revolucionaria.
Con respecto al delito de extorsión, un representante de la empresa de taxis aportó información del dinero que la pandilla les exigía (extorsión) pagar para dejarlos trabajar en Mejicanos.