A 28 años de cárcel fueron condenados siete miembros de la Mara Salvatrucha de la urbanización Nuevos Horizontes, San Martín; por los delitos de extorsión agravada, lesiones y agrupaciones ilícitas.
En la vista pública, el Juzgado Especializado de Sentencia C de San Salvador los encontró responsables de haber cometido los delitos en perjuicio de cuatro víctimas con régimen de protección, entre ellos «Toño 1» a quien intentaron asesinar.
La Fiscalía General de la República acusó a Brandon García Blanco, Bryam Eduardo Pérez Alas, Kevin Josué Rivera Pineda, José Pedro Campos Ventura, Johnny Alexander García y Jonathan Barrientos, también enfrentaron la vista pública dos pandilleros prófugos.
Según la acusación, el 19 de junio del año 2021 cuando «Toño 1» ingresaba a Nuevos Horizontes a bordo de su vehículo, varios miembros de la MS lo detuvieron y le ordenaron que fuera a traer a otra víctima con clave «Toño 3».
Al estar las dos víctimas, uno de los pandilleros llamó a una persona y le comenzó a decir que la clica solo había reunido $1,000; inmediatamente ordenaron a «Toño 1» y «Toño 3» que fueran a traer a otras dos personas con claves «Toño 2» y «Toño 4».
Al estar las cuatro víctimas, los mareros les expresaron que ellos sabían que estaban obteniendo bastantes ingresos económicos y que a partir de ese momento debían entregar a la MS, $2,000, a lo que las víctimas respondieron que solo podían dar $25.
Ante lo manifestado por las víctimas uno de los pandilleros les dijo que la mara era la que decidía la cuota a pagar ya que ellos eran los que mandaban en el lugar y que si no accedían a la exigencia sus hijos lo iban a pagar.
La estructura terrorista les puso un plazo de ocho días para que reunieran los $2,000 y que si no cumplían los iban asesinar. A «Tono 1» lo llevaron a un sector desolado donde lo golpearon, la intensión era asesinarlos, pero en eso pasó la Policía y todos salieron huyendo.
Tras ese incidente los afectados salieron hacia sus residencias para irse del lugar con su familia por temor a que algo les fuera a ocurrir, al mismo tiempo se trasladaron a la Policía Nacional Civil (PNC) a denunciar.
Cuando iban rumbo a la delegación policial se percataron que los mareros los iban siguiendo y los cuestionaron para que no fueran a denunciar, por la ventana del vehículo sacaron un arma de fuego para que se abstuvieran, pero las víctimas siguieron su ruta y al llegar a la PNC informaron que la pandilla los quería asesinar y que les había dado persecución.
Los agentes policiales montaron un operativo de búsqueda logrando detener a varios pandilleros, después con orden de la Fiscalía arrestaron a los demás y que fueran procesados.