De acuerdo con el último estudio de la organización Latinobarómetro, la Fuerza Armada de El Salvador es uno de los cuerpos militares mejor evaluados en el continente americano. Es más, el informe destaca que la confianza en la Fuerza Armada salvadoreña creció del 65 %, reportado en el mismo estudio en 2021, a 70 % en la actualidad.
En el mismo informe se detectó que las segundas fuerzas armadas mejor evaluadas son las uruguayas (59 %), seguidas de México (58 %), Chile (56 %), Argentina (54 %), Ecuador (52 %) y República Dominicana (50 %). Por el contrario, en Honduras, el 58 % de los ciudadanos desconfía de sus fuerzas armadas, seguido de Perú (55 %) y Colombia (51 %).
No es una casualidad ni tampoco una exageración de parte de esta organización internacional que revela el amplio respaldo popular hacia la institución militar en El Salvador, gracias al apoyo que brinda a la Policía Nacional Civil (PNC) en la guerra contra las pandillas, la estrategia de seguridad pública implementada por el presidente Nayib Bukele.
Los militares en El Salvador contribuyen de manera formidable en el Plan Control Territorial y su actuación es invaluable en el régimen de excepción. Con la Policía, los militares han ayudado a enviar a prisión a más de 71,000 integrantes y colaboradores de las pandillas, esas organizaciones criminales que tanto luto, terror y daño causaron en el país, pero que eran toleradas e incluso fomentadas por los anteriores gobiernos de ARENA y del FMLN, que llegaron a pactar con estos delincuentes a cambio de apoyo político.
La oposición, a través de sus órganos de propaganda disfrazados de medios de comunicación, quiere vender internacionalmente la idea de que la población salvadoreña les teme a la PNC y a la Fuerza Armada por la «brutal represión» en contra de «los que piensan distinto» o por un «generalizado uso de la fuerza» contra la juventud. La mentira es más grande que una catedral. Incluso en las encuestas de organizaciones de la oposición, como el Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop), de la Universidad José Simeón Cañas (UCA), destaca en un estudio publicado en abril que tanto la Policía, el Ejército como el presidente Bukele «reciben los porcentajes más altos de confianza ciudadana y las calificaciones más elevadas por su labor en este año de vigencia del régimen [de excepción]».