Las medidas para evitar el contagio del coronavirus las debemos mantener siempre. No podemos bajar la guardia aun cuando en El Salvador el manejo que el Gobierno ha hecho de la COVID-19 haya sido ejemplar y no sufrimos la segunda y tercera ola de contagios. Al contrario, esto debe ser la razón principal para mantener el esfuerzo de manera sostenida.
Las vacaciones no deben ser el momento para dejar de cumplir las medidas preventivas y suspender los hábitos higiénicos que hemos puesto en práctica durante el último año. Todavía debemos evitar las concentraciones de personas y cumplir el distanciamiento físico.
La aplicación masiva del fármaco contra el coronavirus es otro hecho que muestra el buen manejo de la administración de Nayib Bukele contra la pandemia. No solo es histórico que la humanidad haya logrado en tan poco tiempo desarrollar una vacuna contra la COVID-19, sino también que un país como El Salvador disponga de este medicamento en momentos de alta demanda mundial. Con el millón de dosis compradas a China, somos la nación de Centroamérica con más vacunas por habitante. Ningún Estado de la región estará en las condiciones de inmunizar a su población como lo hará El Salvador, lo cual es destacable y demuestra la efectividad del Gobierno para combatir al virus.
El consenso médico sobre el uso de las vacunas que actualmente están disponibles es que hay que utilizarlas para prevenir la enfermedad. No importa la marca o la farmacéutica que la haya desarrollado, lo mejor es ponérsela para generar la inmunización. Hay un marginal movimiento antivacunas en todo el mundo que se opone por oscurantistas motivos, pero también hay otros que tienen motivaciones políticas. En nuestro país, las autoridades que están al frente de los equipos de primera línea —Francisco Alabí (Ministerio de Salud) y Mónica Ayala (Seguro Social)— han recibido dosis desarrolladas por Sinovac porque confían en la efectividad de este medicamento.
El Salvador cuenta, además del millón de dosis de Sinovac, con fármacos de AstraZeneca y también de Pfizer, lo que evidencia la gran capacidad logística del Ministerio de Salud y del Gobierno para almacenar, distribuir y aplicar la vacuna.
Los ciudadanos confían en un Gobierno que ha sabido tomar las mejores decisiones sobre esta pandemia, a pesar de los obstáculos políticos lanzados desde la Asamblea Legislativa y desde la Sala de lo Constitucional. Ahora, con menores tasas de fallecidos y de contagios, el país es un ejemplo para el mundo.