La masacre ocurrida en el colegio Robb Elementary, el pasado 24 de mayo, dejó un total de 22 fallecidos, de los cuales 19 eran niños. El Consulado General de El Salvador en Laredo se trasladó al lugar del incidente para constatar que ninguno de las víctimas fuera salvadoreño o que contaran con dicha ascendencia.
«Nuestro equipo consular ha estado presente en Uvalde, Texas, lugar de la tragedia que dejó numerosas víctimas mortales. Con la información de las autoridades locales hemos constatado que ninguno de los niños fallecidos es de nacionalidad ni ascendencia salvadoreña», confirmaron las autoridades del consulado en su visita a Uvalde, Texas, lugar del incidente.
La comunidad internacional se ha mantenido impactada ante la masacre perpetrada por Salvador Ramos, un ciudadano estadunidense de 18 años que estudió en la preparatoria de Uvalde, Texas.
El asesino también le disparó a su abuela de 66 años en el rostro, sin embargo, la mujer logró llamar a las autoridades para poder ser transportada a un hospital en San Antonio.
Salvador Ramos, autor de la masacre ocurrida en Texas, había sufrido de «bullying», además, contaba con un historial de autolesiones.
Luego de cumplir los 18 años el pasado 16 de mayo, compró un rifle con 375 rondas de municiones. El pasado 24 de mayo condujo su camioneta Ford gris hacia la escuela primaria para acabar con la vida de estudiantes entre las edades de 7 a 10 años de edad.
El atacante fue abatido por la Patrulla Fronteriza luego de 30 minutos de haber ingresado a la escuela para asesinar a niños y profesores.