LADY APHRODITE
Enamorada del maquillaje utilizado para películas de ficción, de ahí surge la espléndida y suspicaz Lady Aphrodite, quien en sus inicios comenzó a explorar diferentes alternativas para darle vida a una «drag» que busca ser icónica en el país.
Afro o Afrodita, como a veces la llaman, surge de los sentimientos y las emociones de su creador, quien asegura que fueron el motor que lo impulsó a producir un personaje vivo y variado, capaz de llevar alegría y mucho dinamismo a cada una de sus presentaciones.
«Fue extraño porque todo empezó con la fascinación del maquillaje para efectos especiales. Poco a poco fue evolucionando hasta llegar a la “drag”, que ahora también se caracteriza como diferentes personajes; sin embargo, mi personaje principal siempre será Aphrodite».
Foto/DES
Actualmente, y por motivo del mes del orgullo gay, se encuentra compitiendo para ser la reina «drag», y manifiesta que llevará su potencial al más alto nivel al personificar también una figura masculina conocida como «drag king», que es una corriente artística que se refiere a la representación de personajes exageradamente masculinos.
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Afro expresa que, aunque su personaje es capaz de dar un espectáculo divertido, su principal fin es siempre llevar un mensaje positivo y de apoyo a la comunidad LGTB, ya que, aunque reconoce que hay un poco más de apertura a la comunidad, todavía hay mucho por hacer en la búsqueda del respeto.
ALEXA EVANGELISTA
En una pandemia convulsa y con muchos deseos de expresión, nace Alexa Evangelista, un personaje glamuroso y lleno de elegancia que se abre espacio en el mundo de los escenarios «drag».
Con su extrema seguridad y una cantidad innumerable de poses, su creador manifiesta cómo esta expresión ahora forma parte de su vida. «Yo soy un artista multidisciplinario, pintor, escultor, estudiante de Artes Plásticas, y todo me complementa.
En cuanto al “drag queen”, yo vivo netamente de esto. Gracias al universo, la vida y las personas que han estado conmigo, he podido llegar a lugares y espacios que no son abiertos regularmente para este tipo de arte», dijo. En el escenario, Alexa es capaz de interpretar doblajes de diferentes artistas y divas musicales; sin embargo, el artista manifiesta que su personaje —el cual describe como su «esencia»— lo acompaña leal y distinguidamente en cada una de sus presentaciones, en donde con mucho profesionalismo interpreta canciones o segmentos teatrales encarnados en la piel de su distinguida figura «drag».
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Afirma sentir orgullo por lo que en muy corto tiempo ha logrado, ya que además de dedicarse a lo que le apasiona, también contribuye a la lucha de la igualdad y respeto a la comunidad LGTB.
«Todo esto que se hace no es precisamente para mí, sino para todas esas generaciones que vienen, para que tengan un espacio, para que no pasen por todo lo que nosotros hemos tenido que pasar, para que las brechas se vayan desapareciendo y las nuevas generaciones se sientan cómodas y seguras de quienes son».
ORQUIDIXIA
Malabarista y «drag queen», Orquidixia proviene de la ciudad de las orquídeas: Juayúa. Con grandes ganas de expresar su feminidad, el creador de Orquidixia vio la oportunidad perfecta en el «drag» para mostrar a todos su talento y de esta manera aventurarse en un mundo donde podía expresarse sin miedos. Con una pausada pero férrea convicción, comenzó su caminar, hace dos años, y logró experimentar un proceso de transformación que lo ayudaría a entender y conocer cómo era el personaje que lo haría presentarse en público, y de esta manera hacer llegar su mensaje de liberación y apoyo a la comunidad LGTB.
«Tuve pequeños pasos antes de llegar a ser “drag”, fui probando muchas cosas. Siempre me gustó mucho la forma de expresión que puedo tener a través del “drag”.
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Poco a poco fui teniendo conocimiento de mi cuerpo y el deseo de expresar mi feminidad. Así descubrí a mi personaje, cómo vive y se siente», compartió. Su primera presentación oficial se llevó a cabo el 12 de junio de este año, por lo que Orquidixia considera que aún continúa en proceso de construcción de su personaje.
Manifiesta que aún disfruta de su evolución, ya que el hecho de ser «drag» es más que un vestuario y una peluca, algo que ha aprendido a tomarse con mucho profesionalismo y responsabilidad. «Ser “drag” es más que salir y vestirte como un personaje.
Es adentrarse, creerlo y vivirlo. No es sencillo, hay un trabajo detrás de esto; el esfuerzo detrás de cada presentación es grande. Con aguja, hilo y creativas, diseño mis vestuarios para las presentaciones. El empeño que se le pone a cada caracterización es un valor agregado», dijo.