La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) anunció ahora que todas las residencias médicas del país quedan suspendidas por ocho semanas debido al alza de hospitalizaciones por la COVID-19.
El país sortea una acelerada ola de contagios. El jueves se llegó a la cifra más alta desde el inicio de la pandemia, con 1,776 casos positivos. Pero el virus no cede y ayer se tuvo el segundo pico: 1,656 casos en 24 horas. «El aumento de casos por la COVID-19 genera una presión tan grande sobre el sistema de salud que provoca cambios radicales como la suspensión de las residencias de medicina por al menos ocho semanas», publicó ahora la Caja. La decisión de basó en la doble condición de los médicos residentes, como estudiantes y como trabajadores del sistema hospitalario.
La medida entra en vigor el 26 de abril «con excepción de la actividad académica desarrollada por los 220 médicos quienes se gradúan este 2021 y aquellos que finalizan su especialización a comienzos del próximo año», explicó la entidad médica. Son 641 médicos en proceso de formación los que pasarán de inmediato a la atención de pacientes con la COVID-19, en momentos en los que la situación de los hospitales de Costa Rica se va deteriorando.
El ministro de Salud, Daniel Salas, admitió este jueves que pronto los centros de atención especializados se quedarán sin camas disponibles si el nivel de contagios continúa creciendo de forma acelerada. Salas suplicó a la población a extremar medidas y apeló a la responsabilidad individual para intentar contrarrestar el repunte. Agregó que el país está en el punto más crítico de la pandemia. Durante el período de la suspensión «se mantendrá un monitoreo constante de la situación, con el fin de definir la capacidad de respuesta del sistema de salud ante el número de casos registrados», dijo la Caja.