En siete días, del 2 al 8 de agosto, el Ministerio de Salud de Costa Rica informó que el país volvió a superar los 10,000 contagios de la COVID-19.
El total de esta semana asciende a 10,414 nuevos casos, que representan un aumento del 21 % respecto a los 8,586 infecciones reportadas la semana anterior.
El promedio de nuevos casos en siete días fue de 1,488, según el registro del Ministerio de Salud.
Ayer el país acumuló 422,344 contagios y 5,169 fallecidos a causa del coronavirus. Así como, 371 camas ocupadas en la unidad de cuidados intensivos (uci). Aunque el país avanza con la jornada de vacunación, el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) reportó que la variante delta representó el 30 % de las muestras procesadas en el último análisis, que fue ejecutado a inicio de agosto. Informó, además, que el 50 % de las pruebas positivas detectó alguna variante de preocupación: alfa, beta y gamma, catalogadas así por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por agravar la enfermedad y por la transmisibilidad.
El lunes, el Inciensa confirmó cuatro casos de la variante lambda de la COVID-19 en el país.
La cepa fue encontrada en un niño de dos años en Siquirres (Limón); en una mujer de 20 años, residente en La Cruz (Guanacaste); y en dos hombres de 50 y 51 años, habitantes en Corredores y Golfito (Puntarenas).
El instituto de vigilancia epidemiológica detalló que ninguna de las personas se encuentra hospitalizada y tampoco han viajado fuera del país.
La OMS clasificó a lambda como variante de interés el 14 de junio y fue registrada inicialmente en Perú, con un primer caso en diciembre de 2020.
Según la OMS, «las variantes de interés afectan a características del virus como la transmisibilidad, la gravedad de la enfermedad que causa y la capacidad para escapar a la acción del sistema inmunitario, ser detectado por medios diagnósticos o ser atacado por medicamentos».