El Banco Central de Reserva (BCR) anunció esta semana que la economía de El Salvador registró un crecimiento del 24.5 % en el segundo trimestre del año. Además, el banco estatal informó que la mitad de los sectores productivos había recuperado los niveles previos a la pandemia de la COVID-19, que dañó severamente la economía a escala mundial debido a los cierres de fronteras, la desaceleración de fábricas en todo el mundo y las complicaciones en el comercio internacional.
Que El Salvador haya reportado estos excelentes números en los últimos tres meses reafirma la proyección que ha hecho el BCR del crecimiento nacional del 9 % para finales del año, que será incluso mayor al promedio que tendrán Latinoamérica y el Caribe, según el pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La recuperación económica en medio de la pandemia ha sido posible precisamente por la exitosa gestión del Gobierno del presidente Nayib Bukele para frenar, primero, la llegada del virus al país y, segundo, para contener su avance, además de las negociaciones que se hicieron con varios laboratorios internacionales para garantizar el acceso a las vacunas.
El Salvador, tras la llegada ayer en la madrugada de 108,810 dosis compradas a Pfizer, ha recibido 12 millones de vacunas en su territorio, lo que ha permitido administrar 7.5 millones de vacunas, de las cuales 4.1 millones son primeras dosis; 3.4 millones son segundas y otras 61,132 son terceras.
Gracias a esta estrategia, el país puede mantener abierta la economía, siempre y cuando se mantengan los protocolos de bioseguridad, que incluyen el uso de mascarilla, lavado de manos y la desinfección con alcohol en gel. No obstante, el ministro de Salud, Francisco Alabi, calcula que el 90 % de la población debe vacunarse completamente para que, como sociedad, tengamos una protección más definitiva.
El despliegue de los centros de vacunación móviles busca aumentar ese 60 % de salvadoreños vacunados para acercarse al porcentaje que permita la protección. En la medida en que más ciudadanos sean inmunizados, se garantiza el crecimiento de la economía.
Con más sectores productivos reactivados y en expansión, aumenta el ritmo de desarrollo nacional. No obstante, no hay que perder de vista que la pandemia sigue generando efectos adversos, como el encarecimiento de las materias primas como los combustibles. Ahí vuelve a entrar en acción el Estado: el Gobierno anunció la creación de un fondo para estabilizar los precios del gas propano, esencial en los hogares salvadoreños, protegiendo así los recursos de las familias.