¡Magistral! Así ha sido el regreso de Brendan Fraser a la pantalla grande con su actuación en «La Ballena», donde interpreta a un profesor que sufre de obesidad extrema y que está lleno de arrepentimientos, y a la vez, esperanza, pero no hacia sí mismo, ya que su condición es irreversible, sino hacia quienes le rodean. Podría considerarse esta película como una analogía de la historia del resurgimiento del actor de «La Momia» al cine, tal y como fue el caso de Michael Keaton con «Birdman» en 2014 o como el de Robert Downey Jr. con «Iron Man», luego de cruzar un tramo muy oscuro en su vida opacado por las drogas.
Brendan Fraser ha sido capaz de demostrar su potencial en la actuación dándole vida a Charlie, personaje con el que derramó torrentes de lágrimas cargadas de arrepentimientos, culpa y autodesprecio, en una contraproducente espiral de esperanza en creer que las personas pueden ser buenas, y que a través de la escritura se pueden expresar los más profundos anhelos, problemas y preocupaciones de la vida si se plasma algo realmente sincero en el papel.
El filme presentado durante el Festival de Venecia el año pasado está sostenido por la actuación de Brendan Fraser, quien es la columna vertebral de una película que únicamente necesitó de la casa del protagonista como locación, ya que la historia de Charlie es tan interesante que atrapa de inicio a fin por la calidad de las conversaciones con quienes le rodean, ya que ninguna palabra está de más. Cada interacción va cocinando el momento más crítico en su vida. Los sentimientos del personaje se intensificaron con la puesta en escena en formato cuadrangular (1:1), que brindó la sensación de «angustia» al observar al personaje obeso encasillado por un encuadre tan reducido.
Fraser, quien se hizo de la fama en Hollywood durante la década de 1990, se vio atrapado encarnando al mismo tipo de personaje durante su carrera, hombres heroicos de buen porte con poca inteligencia, sin embargo, a pesar de catapultarlo al éxito, le cerró las puertas para explotar su verdadera capacidad actoral.
La caída y resurgimiento de Brendan Fraser
El actor, que un antes fue ampliamente conocido por protagonizar películas como «La Momia», «Al Diablo con el Diablo», «Viaje al Centro de la Tierra» y «George de la Selva», empezó a enfrentarse a dificultades por sus lesiones debido a que realizaba todas las tomas sin recurrir a un doble de acción, lo cual, a la larga, le llevó a ser sometido a diferentes cirugías.
Como si no fuera poco, su camino hacia la decadencia le esperaba la entrada al túnel hacia depresión por el divorcio que sufrió en 2004, y las múltiples críticas que se hicieron llegar a las redes sociales por su aumento de peso. Y así es como, el actor de buen aspecto físico, y protagonista de varias películas con éxito en taquilla, desapareció de manera repentina de la pantalla grande en 2014, luego de no lograr obtener ningún papel de relevancia.
Finalmente, Brendan Fraser obtuvo la oportunidad de su vida para demostrar su capacidad actoral con «La Ballena», una interpretación que ya le ha adornado su repisa con premios como el SAG Award a Mejor Actor por su actuación sublime, además del Critic´s Choice Award.
El regreso triunfal de Fraser a Hollywood le ha valido su primera nominación al Óscar en su carrera, y las buenas críticas hacia su interpretación, además de los premios obtenidos durante la temporada de premiaciones en el cine indican que es el favorito para llevarse el máximo galardón que puede obtener un actor, la estatuilla dorada de la Academia.
Las lágrimas de Brendan Fraser han estado divididas en torrentes de tristeza, y corrientes de felicidad, tanto dentro como fuera de la gran pantalla, y es que, el actor que le ha dado vida a Charlie, en «La Ballena», además de derramar sus lágrimas como el profesor con obesidad extrema por sus arrepentimientos, y sentido de culpa, las ha derramado durante sus discursos de agradecimiento al recibir los premios más relevantes en la industria del cine al ser reconocido por su gran capacidad de actuación en su regreso triunfal al séptimo arte.