Desde este domingo, el Gobierno del presidente Nayib Bukele volvió a abrir al público el Palacio Nacional, después de terminar una restauración total, tanto en el interior como en el exterior, para garantizar la conservación de la riqueza arquitectónica de la histórica estructura.
En los inicios de El Salvador como república, el país no contaba con una infraestructura propia para albergar al Gobierno. Fue en 1911 que se inauguró. Fue llamado en sus inicios El Palacio del Café, ya que, a través de un decreto legislativo, se estipuló que por cada quintal de café exportado se invertiría un colón para levantar el edificio.
Cuenta con cuatro salones principales: Rojo, Azul, Amarillo y Rosado, nombres que se originan de los colores de cada decoración por salón. Además, hay 64 salas grandes, 40 salas pequeñas, ocho salas para servicio y dos sótanos grandes.
En su momento, el Palacio Nacional albergó los tres poderes del Estado: la presidencia de la República, la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia.
Ubicado en el recuperado y revitalizado Centro Histórico de San Salvador, el Palacio Nacional está flanqueado por la plaza Barrios, la Catedral Metropolitana, el Jardín Centroamérica y la Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes).
El Jardín Centroamérica es parte del Palacio Nacional y juntos constituyen una de las muestras del compromiso del presidente Nayib Bukele en el rescate y la conservación del patrimonio cultural de El Salvador, así como en la remodelación de espacios públicos.
El ingreso al Palacio Nacional es gratuito durante todo agosto. Hay guías especializados para dar recorridos y explicar toda la historia que encierra cada uno de los salones, mobiliario, arte y todos los detalles arquitectónicos.
«Estamos rescatando nuestro patrimonio cultural, a la vez que construimos nuestra nueva historia», escribió en X el presidente Bukele, en la víspera de la reapertura, anunciando, además, que el Palacio Nacional estará abierto «todos los días de 10 a. m. hasta la medianoche».
El presidente Bukele destacó en sus redes sociales la ilustración del restaurado Palacio Nacional, que «incluye el nuevo jardín, el nuevo espejo de agua, las siete araucarias y el palacete que se construirá al restaurar y ampliar la antigua casa del autor de nuestra oración a la bandera».
Aunque el Palacio Nacional es la joya arquitectónica del Centro Histórico de San Salvador, los espacios culturales alrededor también constituyen un principal atractivo turístico para todos los ciudadanos. La Binaes, donada por la República Popular China por gestión directa del presidente Bukele, tiene siete pisos para explorar todo tipo de literatura y disfrutar, desde su azotea, maravillosas vistas.