Darwin Cerén, volante del Houston Dynamo, dio el visto bueno para el regreso de su hermano, Óscar, a las filas de Alianza, a partir del Clausura 2021. El mediocampista aclaró que en octubre de 2020 recibió a su hermano, en Estados Unidos, para esperar ahí una oferta de trabajo en el balompié internacional. Pero luego de que no se concretara ninguna, Óscar debió volver a las filas de Alianza y se terminó la historia. Sobre ese tema relacionado con su hermano, su incorporación a selección nacional mayor y una nueva temporada en MLS, Darwin platicó con «Diario El Salvador», desde tierras estadounidenses.
¿Cómo va el trabajo de pretemporada con Houston Dynamo, para el certamen que iniciará en abril?
«Vamos bien. El equipo ya se está reuniendo por completo para prepararnos. Esta es una nueva temporada en la que las aspiraciones del equipo son altas. Se han traído incorporaciones muy buenas para el equipo. Son jugadores con una mentalidad ganadora. El equipo está motivado por volver, luego de un largo tiempo de espera . Esperamos arrancar la pretemporada con todo, haciendo nuestro trabajo. Estamos preparando la máquina, para tenerla lista para el torneo».
La de 2021 será su cuarta temporada en MLS. Logró volver a su nivel en 2020 y convenció a su técnico con fútbol
«Gracias a Dios se me dieron las cosas en el torneo anterior. Hice lo que debía. Me dediqué a ser responsable y, sobre todo, le demostré al entrenador [Tabaré Ramos] que tenía las condiciones de un jugador que él esperaba dentro del campo. Venía de un año muy complicado en 2019, en el que no tuve mucha oportunidad. No se me dio esa confianza y estoy agradecido con el profesor, porque me dio su confianza y gracias a Dios, la cumplí».
¿Sigue solidificando su relación con el timonel, Tabaré Ramos?
«Como dije antes, el profesor es alguien que me tiene confianza. Siempre hablamos mucho. Él me ve como un líder del equipo, como una persona con experiencia dentro del equipo y en la liga y me toma en cuenta mucho, para muchas cosas. Me siento agradecido con Dios, porque él es quien abre estas oportunidades. Uno siempre tiene que rendir para demostrarle al profesor que no está equivocado en su once inicial. Estamos contentos con eso. Esperamos que este año sea más bendecido que el pasado».
¿Qué piensa de que ahora el seleccionador mayor, Carlos de los Cobos, piense más en una base con jugadores de la primera división, para los juegos eliminatorios ante Granada [25 de marzo] y Montserrat [29 de marzo]?
«Pues, la verdad es que casi siempre ha sido así. Legionarios no hay muchos. Siempre la base de la selección va a ser local. El profesor tiene razón. Debe estar seguro de los que va a llamar, que sean los que estén en su mejor nivel, porque es lo que requiere esta competencia, jugadores que estén al tope de su nivel y puedan darle lo que la selección necesita. Los que estamos afuera, si somos llamados, debemos ir a poner nuestro aporte. Cuando el profe dice que la base es de jugadores de la liga local es cierto, porque afuera estamos pocos».
¿Usted, en su caso, podrá venir para esos partidos de finales de marzo próximo, contra Granada [25 de marzo] y Montserrat [29 de marzo]? El torneo de MLS comenzará en abril. Creo que para esos juegos tendría la oportunidad de ir.
«Estoy a la disposición de ir, si el profesor De los Cobos me toma en cuenta. Después de eso se viene un calendario apretado para MLS. Qué bien que esos partidos son antes de que arranquemos en la MLS y ojalá que tenga la oportunidad de ir y vestir los colores de la selección».
¿Qué opina de que el segundo juego, ante Montserrat, se disputará en Curazao y ya no en la sede de Montserrat, que tiene un acceso complicado para los visitantes?
«Es bien complicado ese viaje a Montserrat. Hay que ir en el ferry, en el mar. Eso es desgastante y pasa factura. Qué bueno que todavía no se puede jugar en Montserrat y que el partido será en Curazao. Es menos cansado para el equipo. Será un trayecto menor. Eso viene a darle un poco más descanso al equipo. Esperemos que la selección pueda llegar con más energía al partido».
Su hermano, Óscar, firmó contrato con Alianza, el martes, por dos años. ¿Era lo mejor para él ahora?
«Ahora, para mi hermano, lo mejor es llegar donde ha sido feliz y Alianza lo quiere mucho. Luego, la selección lo necesita, entonces, debe estar cerca, en El Salvador, Alianza es un equipo que lo ha hecho crecer mucho como jugador , le ha dado muchas alegrías. Entonces, él se siente contento en el equipo, identificado en Alianza.Es como regresar a la casa. Está en su país, está en el equipo que quiere estar y que le ha dado la oportunidad de regresar. Tiene que volver a tomar su nivel. Yo lo apoyé para que él pudiera estar acá y su hijo naciera acá en Estados Unidos y luego se recuperara al 100 por ciento de una lesión que lo aquejaba desde fechas anteriores. El hecho de salir de Alianza y estar libre era para esperar una oportunidad. No era que tenía una oportunidad segura. Era que había pláticas y que podría surgir una oportunidad. Toda la gente estaba esperando que en cinco o diez días estuviera en España y fuera presentado y no fue así. Nunca viajó a Europa. Siempre estuvo acá en Estados Unidos, en mi casa, esperando una oportunidad».
¿La historia de su hermano no tiene ninguna coincidencia con lo que usted pasó en Turquía, en 2013?
«No. Yo le dije a mi hermano que él no tiene de qué preocuparse. Él no fue a un equipo y le dijeron que no ahí. Yo me fui a Turquía y no me dieron la oportunidad. Estuve solo, perdido en Turquía. Pero en el caso de mi hermano, estuvo en mi casa, acá en Houston, no lo rechazó nadie. Eso es diferente a cuando vas a un equipo y te dicen que no van a contar contigo. Eso me pasó a mí en Turquía, por lo que yo aconsejo a mi hermano, según las cosas que yo he vivido. Estoy viviendo una etapa bien bonita en mi carrera, en la que tengo las mejores condiciones. Acá en la MLS hay excelentes condiciones para trabajar. Estoy viviendo una cosa bonita y yo quiero que él disfrute de eso, el hecho de que afuera te traten como un profesional».
¿Esta es la mejor etapa de su carrera deportiva?
«Honestamente, no podía decir que hay otra. Este va a ser mi octavo año acá en la MLS. Tengo más años de juego acá, que los que hice en El Salvador. Es una bendición estar en esta liga, te tratan bien y tienes al día tu salario. Te pagan los 12 meses, Desde octubre no hemos jugado y pude cobrar salarios, entonces, a quién no le va a gustar eso. Hay que ponerse las pilas , como se dice, para quedarse acá y seguir disfrutando de esto».