Un día después del empate a cero concedido en Pamplona contra Osasuna en Liga, el Real Madrid, ante la imposibilidad de regresar a la capital de España a causa del temporal de nieve, decidió ir directamente a Málaga el lunes, escenario de su próximo partido el jueves. Las autoridades anunciaron a los jugadores y al cuerpo técnico la imposibilidad de regresar a Madrid hoy y el club blanco decidió viajar directamente el lunes por la mañana a Málaga, donde deberá enfrentarse al Athletic Club en semifinales de la Supercopa.
El club madridista ya tuvo un viaje complicado el viernes hasta Pamplona. La delegación del Real Madrid sufrió el cierre del aeropuerto madrileño de Barajas a causa de la cantidad de nieve caída, y tuvo que permanecer casi cinco horas en su avión, para aterrizar bien entrada la noche en la capital de Navarra.
Al día siguiente, tuvieron que esperar que una máquina quitanieves les despejase el camino desde su hotel hasta el estadio de El Sadar. El Real Madrid no pasó del empate a cero en el partido correspondiente a la 18ª fecha del campeonato español, mientras el país se paralizaba por el temporal de nieve «Filomena».
En Madrid se tuvo que desplegar incluso el ejército para despejar las pistas del aeropuerto, que abrió «de forma muy gradual», según anunció el domingo el Ministro de Transportes José Luis Ábalos. El Real Madrid intentó poder regresar a casa, pero AENA, que gestiona el aeropuerto de Madrid Adolfo Suárez-Barajas, indicó en Twitter que «no habrá llegadas por el momento».
Unas peripecias que provocaron el malestar de Zinedine Zidane el sábado por la noche: «Hicimos lo que pudimos hacer en el campo, no ha sido un partido de fútbol. Las condiciones eran muy complicadas. Te digo la sensación que tenemos después de este partido, con todo lo que he pasado en estos dos días, y no sabemos cuándo vamos a volver, si mañana, si pasado… son condiciones complicados», lanzó Zidane, partidario del aplazamiento del partido.