Lo cuenta con tanto entusiasmo que parece hubiese sido ayer. Elías Humberto Peraza Castaneda, tiene 34 años y tanto para sus estudios de maestría, como para el de doctorado, tuvo la oportunidad de ser becado en el extranjero, con el programa Erasmus Mundus de la Unión Europea. Él desde que estaba preparándose en educación básica siempre tuvo la sed del conocimiento. Era un alumno tan aplicado que cuando se graduó de bachiller, fue el promedio más alto global de la prueba PAES en 2004 con un puntaje de 1,900.
Posteriormente, en 2009 se tituló como el mejor alumno de administración de empresas, con un CUM de 9.55, en la Universidad de El Salvador y dio el discurso de graduación. «Esa nota me abrió muchas puertas porque me otorgaron la Maestría Erasmus Lote 20-B para estudiar en la Universidad del País Vasco, ahí cursé Dirección Empresarial desde la Innovación e Internacionalización, estuve del 2010 al 2011», comentó Elías.
Su preparación académica apenas comenzaba, fue becado nuevamente para estudiar en España, pero esta vez, con el programa Doctorado Erasmus Eurica, en la Universidad de Valladolid.
Aunque su período de preparación fue del 2014 al 2019 fue en el 2018 que recibió el apoyo del Programa de Becas Complementarias para Estudios de postgrados en Ciencia y Tecnología, ofertado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Esto le permitió graduarse con CUM LAUDE como doctor en Economía de Innovación. «El apoyo que en su momento me dio CONACYT fue muy importante porque tú puedes tener tu plan académico, tu plan financiero pero llega un momento en que las cosas no salen de la mejor manera y ese apoyo ayuda a no tener los recursos tan limitados», explicó Peraza quien actualmente labora en la Dirección de Investigación e Innovación Educativa del MINED, y se desempeña como Jefe de Investigación en Tecnologías Educativas.
De toda su preparación resalta el poder aportar al país en la economía evolucionista y nuevos sistemas de innovación. «Para eso lo que se necesita es la articulación de los diferentes actores y crear una institucionalidad entre Gobierno, empresa privada y academia. Debemos pensar en las futuras generaciones», dijo.
«Para mi era un sueño ser bióloga»: Gina López Flores
Su pasión por el mar iba más allá de ir a la costa y apreciar su belleza. Gina Leonor López Flores, tiene 31 años y quiso ser bióloga desde niña y como ella misma lo expresa, «amaba los animales y ver las especies marinas y sus comportamientos». Su vocación era tal, que en 2017 se graduó en la Universidad de El Salvador con la licenciatura en biología. Tras recibir su título, ella se dio a la tarea de buscar nuevas oportunidades académicas, que le permitieran seguir estudiando a una especie acuática en específico, las babosas marinas. Y es así, como en 2018 encuentra la oportunidad perfecta. «Mi tesis final en la licenciatura la hice sobre una especie de molusco marino, que son las babosas marinas. Comencé a estudiar la biodiversidad de ellas en el país y su distribución en el arrecife», dijo.
Con dedicación y esfuerzo, Gina viajó a Brasil en 2019 para prepararse en la Universidad Federal do Ceará con la maestría en Ciencias Marinas Tropicales. «Allá estudié temas de contaminación, pero siempre con las especies de las babosas marinas. Yo quise conocer cuáles eran las especies de babosas marinas que estaban contaminadas por microplásticos e hice la comparación entre las de El Salvador y las del atlántico brasileño. Para mí era un sueño ser bióloga marina, entonces tenía como objetivo que después de graduarme quería hacer una especialización multidiciplinaria», afirmó.
La beca primaria le fue otorgada por la Organización de los Estados Americanos (OEA), pero a su vez, contó con el financiamiento de las Becas Complementarias del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT. «Con el apoyo de CONACYT yo me logré ir a Brasil porque ellos me brindaron el acompañamiento y me apoyaron con los pasajes aéreos y el seguro médico», agregó López Flores. Cuenta además, que la experiencia la enriqueció como profesional porque le aportó conocimientos en oceanografía, ingeniería de pesca, química y física. Actualmente contribuye a la creación de un Plan Nacional de Basura Marina en colaboración con la Universidad Francisco Gavidia y la asesoría del Ministerio de Medio Ambiente (MARN). «La maestría me abrió más puertas. No hay que tener miedo de salir al mundo. Busquen las oportunidades y persigan sus sueños», animó Gina.