El Salvador se presentó ante su marea azul y blanco con una chilena de Exon Perdomo que pasó saludando el poste. Luego hubo que esperar dos minutos para descorchar el festejo. Desatoró las gargantas un misil de Frank Velásquez que valió para el 0-1 insuficiente para irse a la pausa con ventaja sobre los alemanes. Al final fue Perdomo quien cerró el espectáculo con el 4-1 sobre Alemania.
El tempranero tanto lejos de dar la pausa que los guerreros de playa tendrían un partido cómodo alertó el avispero teuton que con su poderío físico comenzó a buscar la cabaña encomendada a Eliodoro Portillo. Sven Koner estrelló un potente disparo en el horizontal y luego volvió a poner en aprieto la cabaña cuscatleca.
No menguaron su accionar los europeos sino hasta que David Hoeveler en un balón que le bajaron de cabeza decretó el 1-1, y esto pellizcó el orgullo de los pupilos de Rudis Gallo, pero se estrellaron en los guantes de Thilo Mullig y por ello no pudieron bajar el telón del primer acto con la sonrisa de la afición como cómplice de su derroche de energía.
A la vuelta de las duchas Alemania sacó sus tanques y cañoneó la meta de Eliodoro que vio como un remate de lejos besaba el poste. Para fortuna de los criollos la gasolina de los germanos no les dio para más de más de cinco minutos, y César Rivera aprovechó un tiro libre para poner arena de por medio con el 1-2.
Ese tanto aturdió a los europeos que luego debieron encomendarse a los reflejos felinos de Pascal Marquardt que evitó que la Azul playera se fuera a la nueva pausa con una mayor ventaja. Eso sí, en ese lapso los teutones también mostraron lo propio y pelearon por la paridad hasta los últimos segundos de ese episodio.
A los 12 minutos finales no les faltó dramatismo. Los alemanes estaban a tiro de empate y bastaba un parpadeo para que se llegara al 2-2, pero Frank Velásquez los pilló y de cabeza confeccionó el 1-3 que dio una pizca de tranquilidad.
Ya cuando quedaba un minuto y 46 segundos Exon Perdomo cerró la función con el 1-4 definitivo.