El Plan Control Territorial, impulsado por el presidente Nayib Bukele, ha convertido a El Salvador en uno de los países más seguros, lo que es mucho más importante tomando en cuenta que los gobiernos de ARENA y del FMLN se aliaron con las pandillas para permitirles controlar las comunidades, dejando campear el crimen y el delito, llegando a ser reconocidos como «la capital del asesinato» y poniéndonos como el lugar más violento del planeta.
El fiscal general, Rodolfo Delgado, confirmó ayer que más de 56,000 pandilleros y colaboradores de las estructuras ilegales han sido detenidos en el régimen de excepción, el cual ha dado las herramientas legales necesarias para agilizar el trabajo de la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada para detener a los criminales, además de darles más tiempo al ministerio público y a los juzgados para robustecer las acusaciones en contra de estas organizaciones criminales, o de desestimar procesos, cuando se determina que no hay participación en delitos.
Aunque ya las autoridades han informado de más de 800 liberaciones de ciudadanos no implicados en crímenes, la oposición y sus organismos de fachada quieren hacer creer a la comunidad internacional que los 56,000 detenidos no son pandilleros, sino personas inocentes, y que el Gobierno lleva a cabo una persecución masiva. Lo único que demuestran con este esfuerzo coordinado entre los políticos de ARENA-FMLN, sus aliados de VAMOS y Nuestro Tiempo, sus órganos de propaganda y ONG fachada es su desesperado esfuerzo para defender a los pandilleros.
La unanimidad de las encuestas demuestra que los salvadoreños están de acuerdo con las medidas que el Gobierno del presidente Bukele ha tomado para devolver la tranquilidad a barrios, colonias, cantones y caseríos. Por esta razón, el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, aseguró a los diputados que el presupuesto para esa cartera de Estado y para la PNC se utilizará para dotar de recursos en la lucha contra las pandillas y el crimen.
Ahora, las fuerzas de seguridad pública disponen de mejores equipos y de moderna tecnología para perseguir a los delincuentes, pero todo es un proceso. Hay que seguir trabajando en esa dirección para erradicar de una vez a las pandillas de El Salvador, porque eso es lo que ha demostrado traer mayor bienestar y prosperidad a los ciudadanos.
El Gobierno del presidente Bukele ha logrado 222 días sin homicidios. Solo eso es un logro irrefutable, por más campañas de la oposición.