El Departamento de Justicia ordenó que los Servicios de Ingresos Internos (IRS, en inglés) removieran a todo el personal encargado de investigar movimientos sospechosos en los reportes de impuestos de Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, a pesar de que la investigación ha tomado años. El equipo también acusó al Ejecutivo de «represalias ilegales», según una carta enviada en nombre de un denunciante a los comités judiciales de la Cámara y del Senado.
Uno de los miembros de este equipo del IRS también es informante del Congreso. En su testimonio, dijo que le preocupa la forma en la que el caso de Hunter Biden ha sido manejado.
Esta persona, que no se identifica por ser un testigo protegido, habría informado a su supervisor de sus preocupaciones. También había revelado la información al Inspector general del Departamento del Tesoro.
Los estatutos de protección a testigos, parte de la ley federal, enumeran que si el denunciante no ve que se tomen acciones contundentes puede trasladar sus preocupaciones directamente a un comité del Congreso.
Los abogados de este testigo informaron a congresistas que la remoción de todo el equipo del IRS fue ordenada por el Departamento de Justicia, en lo que parecía una represalia.
«Se le informó al agente especial de supervisión criminal del Servicio de Impuestos Internos (IRS, en inglés) que representamos que él y todo su equipo de investigación serán retirados de la investigación delicada en curso del tema controvertido y de alto perfil sobre el cual nuestro cliente buscaba hacer revelaciones al Congreso», dijeron los abogados del denunciante. Además, declararon que esta persona no tiene una agenda política, pero posee los documentos necesarios para respaldar puntos preocupantes en la trama.
El testigo había considerado que el mal manejo del caso del hijo del presidente se debía a un claro conflicto de intereses. La Casa Blanca sostiene que la administración no ha interferido en las investigaciones.
Hunter Biden ha estado bajo investigación desde 2018. De ahí surgieron las indagaciones sobre sus reportes fiscales, que encontraron actividades sospechosas que conectan a China y otros países.
En 2020 la prensa estadounidense reveló que el FBI tenía información de la computadora portátil del controvertido hijo del actual mandatario. Entre estas indagaciones había información sobre un supuesto lavado de dinero, y volvieron las sospechas de actividad llamativa en países como China y negocios en Ucrania.
La trama la dirige el fiscal federal de Delaware, David Weiss, quien fuera asignado por el expresidente Donald Trump. Hunter también es investigado por el Subcomité Selecto sobre el Uso del Gobierno Federal como un Arma.
Los fiscales ya están a pocos pasos de decidir si acusar penalmente de delitos fiscales a Hunter Biden, quien también habría mentido para comprar un arma en 2018.