La depresión es una enfermedad frecuente en el mundo. Según la Organización Mundial para la Salud [OMS], más de 300 millones de personas se ven afectadas por esta enfermedad, la cual en casos extremos puede llevar al suicidio. Cada año, entre las edades de 15 a 29 años cerca de 800,000 personas se suicidan, lo que convierte a esta afección en la segunda causa de muerte.
Aunque la depresión es un trastorno mental, la psiquiatra Karla Díaz la definió como una enfermedad del estado de ánimo, donde el síntoma principal es la tristeza, pero que conlleva otras manifestaciones. «La tristeza es solo un síntoma de muchos. Los pacientes que presentan depresión tienen una sensación de vacío, tienen ideas de minusvalía. Todas esas ideas son secundarias al humor y a esa tristeza que no les permiten ver en realidad cómo son las cosas», indicó la psiquiatra.
Cuando una persona se encuentra inmersa en este trastorno, la psiquiatra afirmó que manifestarle amor o palabras de aliento no es suficiente. «Puede estar viviendo con cuatro personas en su casa que la apoyan, pero se siente sola, no se siente comprendida. Aparte de eso, las personas pierden la energía y el deseo de hacer las cosas que les gustan» añadió.
El aislamiento, la irritabilidad, la falta de motivación y la fijación de metas son algunos de los efectos que causa la depresión en las personas y es donde la familia y los amigos deben estar atentos. «También tienen mucha culpa porque se sienten como una carga, ya que las personas a su alrededor están preocupadas y ellos piensan: “Estos están aquí sosteniéndome y yo no puedo salir de esto”. Hay un descuido de su ser, por ende, baja el hambre, no se quieren levantar de la cama, no se quieren bañar, pueden cruzar con síntomas de ansiedad y hay falta de sueño», agregó la doctora.
La hipersomnia (tener mucho sueño), o el insomnio también son factores que deben manejarse con cuidado, ya que son señales de que algo no está funcionando adecuadamente en el organismo.
«Generalmente, llegan a consultar que no pueden dormir, porque no pueden decir me siento triste. Comenzamos a hablar y se desbordan en llanto, y allí está la causa del insomnio», manifestó. También el dolor es otro factor por el cual las personas llegan a consultar, que puede estar asociado con la depresión, porque algunos síntomas secundarios de este trastorno hacen que se sienta dolor.
«Pueden sentir muchos tipos de dolores: de cabeza, de cuello, de estómago […] no es que duela en sí, pero se manifiesta de esa forma», relató.
De igual manera, según la doctora, muchas personas se refugian en las drogas y el alcohol para disfrazar el vacío que sienten.
«El alcohol es un desinhibidor y un excitador, en algún momento llega a generar bienestar pero de manera parcial o temporal. Muchas personas con problemas de humor o alteración de la personalidad buscan drogas para sentirse mejor», confirmó Díaz.
¿Qué causa la depresión?
La endógena surge de la persona. La exógena es por causa de algún trauma, un problema no resuelto, algún duelo o puede ser hereditaria.
Siempre el mismo neurotransmisor está involucrado: la serotonina.
Algunas enfermedades también son desencadenantes, entre estas: el hipotiroidismo, que ocurre cuando la glándula tiroides no produce suficiente hormona para satisfacer las necesidades del cuerpo.
Tipos de depresión
los especialistas aseguran que la depresión puede tratarse, ya sea con terapia o medicamentos. La psiquiatra Karla Díaz clasifica en dos los diferentes tipos de depresión, de los cuales muchas personas pueden ser víctimas sin darse cuenta.
Depresión crónica o distimia. Es una depresión que no llega a cumplir un trastorno depresivo, pero es una sensación de tristeza, de vacío existencial, que no está todo el tiempo. Suele desaparecer ante distractores o al estar acompañado por personas, pero luego, cuando se está solo, vuelve la tristeza.
La distimia puede tratarse con terapia. Si es muy molesta para el paciente, se le recetan fármacos.
Trastornos depresivos. Estos pueden clasificarse como leves, moderados o graves.
En los leves, los síntomas están allí todos los días, pero las personas logran continuar con sus actividades.
El moderado se acompaña de síntomas más intensos, en muchas ocasiones las personas no tienen esa fuerza para ir a trabajar o se desbordan en llanto estando en el trabajo. No les permite estar completamente bien.
En el grave, ya hay ideas suicidas. También puede tener síntomas psicóticos, es decir, alucinaciones o ideas delirantes.
Para el caso de los trastornos, se recomiendan las terapias, que pueden ser personales o en grupo; por ejemplo, con los miembros de la familia. También se recetan medicamentos, en caso de ser necesario.