Uno de los hermanos de Flor García, desaparecida desde hace más de 100 días, y cuyo esposo, Joel Valle, fue capturado este viernes por las autoridades como principal sospechoso del hecho, dice que tenían la presunción de que él estaba involucrado.
Flor García, de 33 años y madre de dos niños, fue reportada como desaparecida el pasado 16 de marzo, fecha en que [supuestamente y según su esposo] salió de Cojutepeque a las 6:30 am hacia San Salvador para comprar insumos para la clínica en la que trabajaban ambos. Valle es un odontólogo y ella era su asistente.
Jorge, uno de los hermanos de Flor quien ha estado de lleno en el afán por buscar a su hermana y a través de las redes sociales llevando a cabo la campaña «Todos somos Flor», afirmó horas después de la detención de su cuñado, que «es una situación bien difícil, porque su propio esposo hacerle daño a ella, es muy lamentable».
Pero Jorge asegura que como familiares de la joven tenían una «corazonada» de que Joel pudiera tener algo que ver con este hecho, ya que a pesar de que su esposa estaba desaparecida, se involucró poco y se negaba a dar entrevistas.
«Él no se había involucrado, no hizo absolutamente nada por buscarla, él en sus adentros bien sabía, para mí que se auto incriminó», dice el familiar de la joven.
Jorge asegura que su cuñado se negó a dar declaraciones a periodistas o dar entrevistas, según él, porque quizá buscaba «no contradecirse en las mentiras».
«Desde un inicio, desde el momento de la desaparición teníamos la corazonada pero como familia teníamos que esperar el resultado de las investigaciones de las autoridades», dice el familiar.
Luego de 102 días de no estar con su hermana, este hombre dice que solo espera que ahora se haga justicia, porque «nadie tiene derecho de quitarle la vida a nadie y menos él a mi hermana».
Según lo confirma el familiar de Flor, en esa relación hubo episodios complicados, pero como familia «creímos que no iban a llegar a este extremo, no pudimos auxiliarla».
Varias patrullas policiales llegaron este viernes pasado el mediodía a la casa de Joel Valle, para capturarlo, y junto a él fueron capturadas otras personas, todos implicados en la desaparición de Flor, la joven cuya tragedia ha provocado que haya más de 20,000 personas pendientes de su caso en las redes sociales donde difundieron la campaña «Todos somos Flor».