El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó este lunes sobre el aumento de desplazados forzados en Honduras debido a los efectos de la violencia de las pandillas, la pandemia y los huracanes.
«El mayor número de nuevas solicitudes de asilo en México en el primer trimestre del 2021, por ejemplo, corresponde a personas con nacionalidad hondureña», afirmó el organismo en un comunicado emitido al cierre de una visita de tres días a Honduras de la alta comisionada adjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados, Kelly Clements.
La comisionada conversó en Tegucigalpa y San Pedro Sula (norte) con personas de comunidades en alto riesgo de desplazamiento por la violencia y la presión de las pandillas, así como con desplazados internos, apoyados por ACNUR.
«El aumento en las peticiones refleja la dificultad de las personas para sobrevivir en escenarios de violencia agravados por la COVID-19 y el impacto de los huracanes Eta e Iota», añadió el comunicado.
Reconoció que «aunque el país presenta una disminución en las tasas de homicidio, las y los hondureños siguen enfrentando restricciones a la movilidad, extorsiones, reclutamiento forzado, violencia basada en el género y la usurpación y despojo de viviendas que los obliga a desplazarse internamente o hacia otros países».
Honduras registraba una tasa de homicidios de 90 por cada 100.000 habitantes hace una década que se ha reducido a menos de la mitad, pero siguen manteniéndose elevados otros delitos como asaltos, extorsiones y sicariato.
El propio presidente, Juan Orlando Hernández, ha sido mencionado en el proceso por narcotráfico juzgado en una corte de Manhattan, donde fue condenado a cadena perpetua su hermano menor, Juan Antonio «Tony» Hernández, de 42 años, considerado como traficante de droga a gran escala hacia Estados Unidos.
«La situación de las personas en Honduras que han tenido que huir para salvar sus vidas es devastadora. Sin embargo, su resiliencia y fortaleza deben inspirar a todos los sectores sociales a continuar trabajando para protegerlas y atender las causas subyacentes del desplazamiento forzado», subrayó ACNUR.
Las estadísticas siguen, sin embargo, desactualizadas. El último dato aparece en el Estudio de Caracterización, según el cual al menos 247.000 personas se desplazaron internamente en Honduras entre 2004 y 2018 debido a la violencia.