Una epidemia de gripe aviar en la extensa costa atlántica argentina se ha cobrado la vida de un centenar de lobos marinos, informaron el martes fuentes oficiales.
«Se llevan contabilizados más de 50 ejemplares muertos a lo largo de la costa y otros tantos con sintomatología compatible con influenza aviar», dijo la secretaría de Ambiente de la provincia de Río Negro (Patagonia, sur), en un comunicado.
Otras decenas de lobos marinos muertos fueron hallados en las costas de Necochea, al sur de Buenos Aires, y en Santa Cruz, casi en el extremo austral del continente, según el Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa).
«El número de muertes está en ascenso. No hay tratamiento veterinario para estos casos», dijo a la AFP una fuente autorizada de la provincia rionegrina.
La mortandad se debe a «nuevos casos de Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP)», señaló el Senasa.
Las autoridades piden a la población no acercarse a las playas donde se reportan casos ni entrar en contacto con nada que pueda estar potencialmente contaminado.
En Mar del Plata, a 400 km al sur de la capital, se han reportado 25 muertes de lobos marinos, en el mayor centro turístico marítimo de verano e importante centro portuario vinculado a la pesca en alta mar.
El lobo marino es un símbolo marplatense y es tradicional la visita al puerto para verlos en las dársenas.
El litoral marítimo argentino se extiende por casi 5.000 km, entre el estuario del Río de la Plata y la Tierra del Fuego (extremo sur).
Expertos de Ambiente y del Senasa están tomando muestras de ejemplares del especímen de lobo de un pelo (Otaria flavescens) y aves muertas.
Los primeros informes reportan que las aves contagiaron a la fauna marina.
Al espécimen sudamericano se lo conoce también como león marino, por la melena que rodea su cuello, y es un mamífero pinnípedo, a cuya familia pertenecen también los elefantes marinos, las focas y las morsas.
Los machos adultos pesan unos 300 kilogramos.
Por estar en peligro de extinción, habitan loberías y reservas protegidas y, entre ellas, la más grande es la de Punta Bermeja, con unos 5.000 ejemplares, cerca de Viedma, en Río Negro.
«La influenza aviar es una enfermedad potencialmente zoonótica, lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos», dijo la secretaría rionegrina.
No llevar mascotas a las playas es una de las recomendaciones sanitarias, según el comunicado.