Una nueva cepa de coronavirus, distinta a la detectada recientemente en Sudáfrica y en Inglaterra, pero que «comparte algunas mutaciones» con esta última, fue descubierta en Nigeria, el país más poblado de África, con 200 millones de habitantes.
Tras el anuncio, realizado por el Centro Africano de Excelencia para la Genómica de las Enfermedades Infecciosas (Acegid), radicado en Ede, suroeste de Nigeria, el Centro Africano de Control de Enfermedades (CDC) -la agencia de salud de la Unión Africana- organizó una reunión de emergencia.
El Acegid analizó a principios de diciembre 200 muestras del virus y dos de ellas, tomadas en pacientes el 3 de agosto y el 9 de octubre, presentan mutaciones genéticas.
«No tenemos ninguna idea ni certeza de si esta variante guarda una relación directa con el aumento de casos al que Nigeria está asistiendo actualmente», explicó Christian Happi, biólogo molecular.
El país tenía más de 82,000 casos registrados y 1,246 fallecidos, unas cifras que, no obstante, son relativamente bajas pero el número de pruebas efectuados es insignificante, y cada día se detectan centenares de personas enfermas.
La institución explicó que hasta el momento no se sabe de dónde proviene la nueva variante; sin embargo, consideran que es independiente, que se produjo en el país y consideran que no es importada.
«Lo importante no es la mutación, sino la transformación de la proteína de punta», la parte del virus que permite el acceso a las células del cuerpo, y que haría que esa mutación sea infecciosa, dijo Happi.
De momento no se ha investigado lo suficiente, pero se está trabajando para intentar explicar el aumento reciente de casos de COVID-19 y si este pudiera deberse a la nueva cepa.