Derecho a la salud: la Constitución salvadoreña, en el artículo 65, define la salud como un bien público y obliga tanto al Estado como a todas las personas a velar por su conservación y establecimiento. En el inciso segundo nos establece que el Estado determinará la política nacional de salud y controlará y supervisará su aplicación.
Los factores determinantes en la consecución del bien común salud deben valorarse como una meta final de la organización estatal. La persona humana no es un ser abstracto, sino un ser viviente, y sus necesidades primarias son corporales. La realidad salvadoreña hace que el Estado tenga que definir y aplicar las políticas adecuadas.
¿Cuáles fueron los obstáculos que enfrentó nuestro sistema de salud pública? Sin duda la corrupción de más de 40 años, en los que gobernaron el PDC, ARENA y el FMLN, golpeó los avances en infraestructura, innovación tecnológica, abastecimiento de recursos como equipamiento, medicamentos, personal, alimentos, etcétera.
Los 30 hospitales públicos heredados al actual Gobierno sufrieron un abandono notable, ejemplo, el Hospital San Juan de Dios de Santa Ana tenía un abandono del 80 %, no había medicamentos, el equipo estaba obsoleto y las camas viejas, etcétera.
En la actualidad, con el Gobierno del presidente Nayib Bukele, la capacidad de su ministro de Salud y sus colaboradores, se ha implementado una nueva política de salud en la red de 31 hospitales, incluido el Hospital El Salvador, que es el proyecto que nació ante la emergencia de la pandemia por la COVID-19 y ha sido uno de los proyectos más aceptados y exitosos a escala centroamericana.
Dentro de esa política también existe la reconstrucción del hospital Rosales, una deuda histórica que antiguos gobiernos no cumplieron. Asimismo, la construcción del nuevo hospital de Nejapa, que beneficiaría a los municipios de la zona norte de San Salvador, como Aguilares, Apopa, Nejapa, Quezaltepeque y otros, dado que no existe un hospital en esa zona.
Otro proyecto interesante es la ejecución de la Ley Nacer con Cariño, un proyecto de la primera dama que estaría coadyuvando esfuerzos con el Ministerio de Salud.
Con respecto al tema de la igualdad de género en cargos de poder, se puede destacar que este sistema de salud también es incluyente, pues existen cinco mujeres directoras de hospitales y decenas de jefaturas. Igual las oportunidades para la juventud profesional de la medicina, también se les están abriendo espacios, pues cerca de 5,000 personas han sido contratadas, personas con conocimientos frescos, con energía y vocación para salvar vidas.
En referencia al sistema de prevención y vacunación contra la COVID-19, la estrategia salvadoreña es la mejor en Latinoamérica, pues de una población que ronda los 7 millones de personas ya se ha vacunado a un aproximado de 5 millones. Podría decirse que un 70 % de la población salvadoreña ya está vacunada, tomando en cuenta que hay ciertos grupos que están en contra de vacunarse, ya sea por ideas religiosas o políticas.