En primer lugar, la violencia de género es una problemática multifactorial a analizarse holísticamente; por tanto, la violencia es una dimensión social y cultural que se conceptualiza como una acción negativa de un individuo o grupo contra otras personas, con el propósito manifiesto de afectar su forma de actuar y pensar, con el fin de ejercer un dominio y control sobre ellas. En el caso de la violencia de género, hay una serie de detonadores, como el alcohol, las drogas, la cosificación de la pareja o el desequilibrio en las condiciones económicas. Todos estos desencadenantes se pueden agrupar en tres segmentos que son los factores psicológicos, sociales y económicos, los cuales se explican a continuación.
Factor psicológico: se refleja en la deficiencia de comunicación interpersonal y tolerancia, pues hay una carencia en los canales de comunicación, imposibilitando la solución de problemas; entonces, no hay un análisis racional de la problemática, sino un huracán de emociones y conductas negativas que se reflejan en la violencia verbal por medio de lenguaje agresivo y acusatorio, llevando a peleas y violencia física.
Factor económico: se ha demostrado que la pobreza afecta desproporcionadamente a las mujeres de todo el mundo, pues son revictimizadas, provocando ser afectadas por más de un tipo de violencia, no solo por sus parejas, sino por la sociedad, reflejándose en la negación al acceso de los servicios de salud, vivienda y educación, destrozando sus derechos humanos y la posibilidad de llegar a una real equidad de género.
Factor sociológico: es el resultado del patriarcado que monopoliza la mente de varios hombres y mujeres, las cuales reproducen la violencia de género de manera natural e imperceptible; por ejemplo, la asignación de espacios, tareas, colores y trabajos determinados por la calidad de mujer u hombre. Este factor es el más difícil de eliminar, siendo el que sostiene la infraestructura de todo el aparataje de la violencia de género, pues es una construcción cultural que se renueva por los procesos de socialización.
Por otro lado, es importante conocer los tipos de violencia que existen; por eso, en el informe del secretario general de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de fecha 6 de julio de 2006, se enunciaron las distintas formas de violencia que padecen las mujeres. La primera de ellas es en el ámbito de la pareja, siendo revictimizadas constantemente; asimismo, a través de los procesos de socialización, los niños que crecen en ese tipo de cultura de la violencia son los que la reproducen en su etapa adulta, desencadenando la violencia contra la mujer dentro de la familia; al ser de tipo sociocultural, la cultura de violencia vista en la casa se traspasa a la sociedad. Estas manifestaciones agresivas son más visibles en la violencia contra la mujer en la comunidad, ya que cada una de esas manifestaciones de violencia contra la mujer provoca la desensibilización de las personas al verla como algo normal.
Por último, es necesario analizar las leyes internacionales que protegen los derechos de las mujeres; para ello se parte de la Constitución de la República de El Salvador, que en el artículo 144 expresa: «Los tratados internacionales celebrados por El Salvador con otros Estados o con organismos internacionales constituyen leyes de la república al entrar en vigor, conforme a las disposiciones del mismo tratado y de esta Constitución. La ley no podrá modificar o derogar lo acordado en un tratado vigente para El Salvador. En caso de conflicto entre el tratado y la ley, prevalecerá el tratado». Por tanto, en virtud del mandato constitucional, los tratados internacionales que protegen los derechos de la mujer en El Salvador son los siguientes:
Declaración Universal de los Derechos Humanos: aprobada y adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 217, del 10 de diciembre de 1948. En ella queda reflejado que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana, por lo que se proclama la igualdad de derechos entre hombre y mujeres.
Declaración sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer: esta fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 7 de noviembre de 1967. Aquí se dan disposiciones tendientes a abolir la discriminación contra la mujer que existe en los Estados.
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer Belém do Pará: fue adoptada el 9 de junio de 1994. En este convenio se busca una vida libre de violencia por medio del desarrollo de mecanismos de protección y defensa de sus derechos, protegiendo su integridad física, sexual y psicológica en todas las dimensiones, tanto públicas como privadas.
Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer: la ONU lo aprobó en 1999. En él se completó el marco internacional de protección de los derechos humanos de las mujeres.
En conclusión, este cúmulo de leyes internacionales sirven de garantía para el verdadero respeto a la dignidad de las mujeres, además de su protección ante la violencia física o psicológica. Esto para garantizar su desarrollo personal de una manera integral para una vida digna y libre de todo tipo de violencia.
A nivel psicosocial y cultural, el patriarcado se mantiene como una estructura caracterizada por la autoridad del hombre sobre la mujer y los hijos, la cual es impuesta y reforzada por las instituciones familiares, sociales y religiosas. Por tanto, la violencia de género que ejerce el patriarcado está dispersa en toda la organización social, lo cual se refleja en la cultura, las leyes y las políticas donde las instituciones patriarcales tienen el control, y solo rompiendo esta estructura sociocultural patriarcal se logrará erradicar la violencia de género en las sociedades; ante eso, la lucha por la equidad de género y la erradicación de todos los tipos de violencia es una causa justa que se debe defender desde todos los sectores sociales, económicos y políticos de El Salvador.