Muchos de nosotros, cuando fuimos niños, pasamos horas construyendo mundos fantásticos e imaginando aventuras gracias a los juegos de bloques LEGO. Fueron incontables momentos los que vivimos armando edificios, bases espaciales, bases marinas, ciudades enteras, castillos medievales y, más actualmente, recreando escenas de películas emblemáticas como Star Wars o The Avengers, gracias a las piezas plásticas de LEGO.
Este 28 de enero se celebra un día especial para los amantes de estos juguetes que, cabe decirlo, son millones a nivel mundial (y no necesariamente niños). El Día Internacional de LEGO es una fiesta mundial en la que se conmemora la fecha en que Ole Kirk Christiansen patentó la fórmula de sus bloques de construcción que tanta diversión han dejado.
Pero, ¿cómo nació la idea de los juguetes LEGO?
Ole Kirk Christiansen fue un carpintero danés que fundó su propia empresa en 1918. Su rubro, contrario a lo que ahora sabemos, estaba enfocado en la mueblería y artículos de madera. Sin embargo, en 1932, la idea de la fábrica cambió por completo y dio un giro revolucionario debido a una crisis mundial.
Christiansen mantuvo su negocio, ahora llamado LEGO (un acrónimo de Leg Godt que quiere decir: «jugar bien») como una fábrica de muebles desde su fundación en 1918. Pero, con la llegada de La Gran Depresión, el veterano carpintero se vio obligado a buscar nuevas formas de generar ingresos. Fue justamente ahí cuando nació la idea de reducir el tamaño de los muebles a fin de utilizar menos elementos y conseguir mayores ganancias.
Esa reducción de muebles fue la que le dio una idea novedosa a Christiansen: cambiar los muebles por juguetes. La idea tuvo una gran aceptación en Dinamarca y rápidamente se hicieron populares los nuevos juguetes de madera del carpintero. Sin embargo, debido a la Segunda Guerra Mundial, las dificultades de conseguir madera se hicieron mayores, por lo que Christiansen le apostó a la elaboración de juguetes de plástico.
Fue así como, en 1940, gracias a la implementación de máquinas moldeadores de inyección, la fábrica de Christiansen comenzó a elaborar juguetes de plástico. Pero, para 1949, la idea fue más allá y, tomando de referencia los campos de construcción, la fábrica le apostó a crear bloques de plástico para que los niños hicieran sus propias construcciones.
La idea tuvo una total aceptación, al punto que, 1958, Ole patentó la fórmula de los bloques de plástico y, años después, su hijo Godtfred Kirk Christiansen detuvo toda la producción de muebles y demás artículos para dedicarla a crear únicamente los bloques de plástico como juguetes para niños, enfocándose en desarrollar la creatividad de los más pequeños.
Una idea que se mantiene más viva que nunca
A partir de ese momento, LEGO comenzó a ser el referente de juguetes creativos para niños en el mundo. Actualmente, diversos estudios científicos señalan que existen más bloques de LEGO que personas en el planeta, con un promedio de hasta 80 bloques por cada ser humano en el mundo.
El impacto de LEGO ha alcanzado nuevos mercados. Incluso, en 2014, los directores de cine Christopher Miller y Phil Lord lideraron un proyecto que llevó a los increíbles juguetes al cine. LEGO Movie se estrenó el 1 de febrero de 2014 en Copenaghe y, en 2019, se produjo una segunda parte. El impacto de la primera parte fue tal que, en 2017, se lanzó al cine LEGO BATMAN, una película del famoso superhéroe de los cómics en su versión lego.
Actualmente, series y franquicias del cine y la televisión como Star Wars, The Avengers, Game Of Thrones, entre otras, tienen sus versiones de LEGO y son de las más cotizadas hoy en día. El impacto de LEGO es algo que parece no detenerse y, según parece, serán muchas más las generaciones que se divertirán con los bloques de construcción de una empresa que uso la creatividad para salir de una crisis financiera.