Cuando el 11 Deportivo alcanzó el 1-1 ante Cacahuatique , el zaguero colombiano Miguel Murillo se postró de rodillas y alzó los brazos al cielo en señal de agradecimiento.
Suyo había Sido el error que puso por delante a los cafetaleros a los 19 minutos, y aunque luego hizo un partido serio en defensa debió esperar hasta los 58 minutos para redimirse.
Murillo sirvió prácticamente dos asistencias: primero le jugó chueco un bote del balón y por dársela a su arquero Gerson López terminó poniendo frente al gol a Wilker Da Silva, y después metió un pase en profundidad a Jomal Williams que asistió a Kemal Malcolm para el definitivo 1-1.
«Intente darle la pelota al portero Gerson de primera y por el estado de la cancha me terminó rebotando mal y el error nos costó el gol, pero gracias a Dios el equipo pudo rescatarlo y.estoy estoy orgulloso de ellos que no dejaron que ese error mío nos hundiera», dice sobre su fallo.
Pese a ese error la afición siempre lo acuerpo y aunque le costos revindicarse lo terminó haciendo y fue aplaudido por la jugada de gol que nació de sus botines.
«Estoy agradecido con el equipo que nunca dejó de apoyarme, pero sobre todo con Dios que nunca me deja en vergüenza, era un error que nos estaba costando y más en esta instancia, pero Dios nunca deja en vergüenza a sus hijos y se pudo recuperar y vamos totalmente vivos para Cacahuatique», celebró .