Destacando su trabajo en materia de seguridad pública y en el combate a las pandillas y la delincuencia en El Salvador, el diputado costarricense, David Segura, elogió las medidas tomadas por el presidente salvadoreño Nayib Bukele, a la vez que criticó el avance de la delincuencia en su país.
Segura, parlamentario por el Partido Nuevo República, aseguró que el presidente Bukele ha realizado las acciones que otros gobernantes no quisieron hacer anteriormente. Esto ha permitido una reducción histórica de la violencia en el territorio salvadoreño, por lo que considera dichas acciones como un modelo a seguir.
«Admiro a @nayibbukele porque defiende los derechos de la gente honrada. Por más de 30 años las maras dominaron El Salvador y nadie hizo nada. Por eso estoy de acuerdo con la mano dura y las acciones fuertes contra los narcos y criminales», destacó Segura.
El parlamentario señaló que las medidas adoptadas por el presidente Bukele pueden ser un camino a seguir en Costa Rica, en un contexto en el que las pandillas, la delincuencia y la violencia han comenzado a incrementarse de manera alarmante en esa nación centroamericana.
«En Costa Rica, el crimen organizado nos está ganando. En mi provincia Puntarenas cada día son más los asaltos y los homicidios, pero nadie en décadas se ha tomado este problema en serio y le ha puesto freno. Mientras acá critican a @nayibbukele, allá celebran porque diciembre cierra su quinto día sin homicidios. Ayer anunciaron que en menos de 48 horas, arrestaron a 140 pandilleros», aseguró.
«¿Cuándo daremos en Costa Rica la guerra contra las pandillas? Creo que tenemos mucho que aprender y compartir con @nayibbukele no solo en temas de valores familiares, de fe, de libertad sino en materia de anticorrupción y seguridad», agregó el legislador tico.
En El Salvador, bajo el mandato del presidente Nayib Bukele se han implementado medidas como el Plan Control Territorial y el régimen de excepción, aún vigente en todo el país, las cuales han permitido la desmantelación progresiva de estructuras criminales y grupos de pandillas, llevando al país a convertirse en la nación más segura de América Latina.