El director de Protección Civil, Willian Hernández criticó esta mañana la tardía reacción de las autoridades de la alcaldía de San Miguel para atender el incendio registrado, la madrugada de este martes, en el mercado municipal.
«No ha sido el primer mercado municipal que se quema, primero fue el de Santa Ana, luego fue el de Sonsonate y ahora de San Miguel, hasta después se ve la actuación de las municipalidades, pero con horas. Mejor la gente que estaba desde San Salvador ha llegado antes a San Miguel que a quienes les corresponde, hasta el momento (8:00 AM) las autoridades que todavía están ocupando la alcaldía no se han presentado», afirmó Hernández durante una entrevista realizada en 102.nueve radio.
El funcionario agregó que a eso de las 8:00 de la mañana el incendio había sido controlado y que más del 50% del mercado resultó dañado. «Ha habido únicamente pérdidas materiales, afortunadamente ninguna vida que lamentar», señaló.
Hernández apuntó que las autoridades ya realizan las investigaciones respectivas para determinar las causas y los posibles responsables del incendio en el mercado de San Miguel, aseguró que en materia de incendios tanto el Gobierno como la nueva Asamblea Legislativa van a trabajar de la mano para fortalecer las leyes contra las personas o empresas que provocan dichos siniestros.
«Como Gobierno vamos generar las condiciones para reforzar las sanciones y multas que se impongan a quienes irresponsablemente provoquen incendios», detalló el funcionario.
Agregó que el impacto económico de los incendios es grande «lo más preocupante son las afectaciones ambientales que se están generando a nuestros recursos naturales», enfatizó.
Respecto al Plan Verano Seguro, Hernández lamentó la perdida de 31 vidas a causa de los accidentes de tránsito destacando que en su mayoría son generados por factores que pudieron evitarse.
«Las principales causas han sido la excesiva velocidad, la distracción y conducir bajo los efectos del alcohol. Es decir, causas que se pudieron haber evitado», señaló.
Agregó que durante el plan se realizaron un total de 896 pruebas de alcohotest a los conductores y se impusieron 8,880 esquelas, de estas 2,497 fueron faltas leves, 1,089 faltas graves y 5,294 infracciones muy graves.
En total 74 personas fueron detenidas por manejar en estado de ebriedad, entre ellas siete mujeres y 67 hombres. Los hombres fueron detenidos con un promedio de 480 grados de alcohol y las mujeres 334 grados.