Uno de los doctores señalados e investigados por la muerte del actor Matthew Perry ha reabierto su clínica y ha reiniciado sus servicios médicos, aunque con algunas restricciones emitidas por la Corte Federal de Los Ángeles, Estados Unidos.
El doctor Salvador Plasencia ha reiniciado sus servicios médicos en el consultorio Malibu Canyon Urgent Care desde ayer martes, luego de haber permanecido bajo arresto la semana pasada y de quedar bajo investigación en el caso de la muerte de Perry.
La Corte Federal ha dado aval a Plasencia para continuar la práctica médica y la atención directa a sus pacientes, pero no le permite recetar medicamentos que incluyan sustancias controladas, entre ellas la ketamina, principal fármaco en el caso de Perry.
La ketamina es un anestésico disociativo con potenciales efectos alucinógenos, la cual provocó un fallo sistémico en Matthew Perry, dejándolo inconsciente y provocando que muriera ahogado en su jacuzzi en su residencia en Los Ángeles.
Plasencia no podrá distribuir ningún tipo de medicamentos controlados, según lo establecido por la Corte Federal, además, sus pacientes deberán presentar una aprobación por escrito para que Plasencia todavía pueda brindarles sus servicios.
El doctor Plasencia es uno de los dos médicos acusados de conspirar ilegalmente para suministrar ketamina a Matthew Perry. El médico se declaró inocente, mientras que el otro galeno señalado, Mark Chávez, llegó a un acuerdo con las autoridades federales.