Irma es una joven muy guapa que ha decidido, junto con su prima, ser modelo de maquillaje. Las dos están muy animadas porque en las redes sociales han tenido éxito con el «tint trend makeup» que publicaron recientemente.
Irma quiere sonreír en sus publicaciones, pero no muestra mucho sus dientes porque los ve amarillos, por lo que muy inteligentemente hace la consulta, doctora, ¿me recomienda el blanqueamiento?
Ella sabe que tiene una sonrisa agradable, porque el tratamiento de ortodoncia fue un éxito, pero no está conforme con el tono de color de los dientes.
Lo primero que hay que saber es que el blanqueamiento dental no es para todos los pacientes y se puede hacer en el consultorio o en la casa. En la casa se utiliza un dispositivo preparado por el odontólogo, que se adapta a la boca, al que se le coloca un químico que hace el efecto blanqueador. Todo supervisado por el profesional.
El blanqueamiento dental combinado es más duradero. Consiste en colocar, en el consultorio odontológico, el químico en la boca del paciente y activarlo con luz; luego el paciente se coloca otra vez el químico en la casa para finalizar el proceso. En ambas técnicas, el agente blanqueador penetra por los poros del esmalte y lo hace más claro para obtener un blanco lechoso que, según ellos, mejora la estética de la sonrisa. En lo particular, me gusta el tono natural de los dientes.
Durante el tratamiento, las encías pueden quedar expuestas a la acción del químico blanqueador y, por lo tanto, provocar inflamación y enrojecimiento o podría haber una reacción alérgica. En esos casos, se interrumpe el procedimiento.
El empleo de productos con una concentración mayor a la recomendada puede provocar quemaduras en los labios y en las encías o provocar el desgaste del esmalte dental. Si el paciente fuma, verá cómo los resultados del tratamiento se revierten mucho más rápido y debe efectuar la aplicación del químico de forma periódica.
Únicamente se puede iniciar un blanqueamiento dental en el caso de tener la boca en perfecto estado de salud. Lo ideal es que se haga una higiene bucodental profesional antes de abordar el tratamiento. Irma es una candidata perfecta y muy pronto podrá sonreír para las fotos del Instagram con una sonrisa muy blanca.
Para disminuir la sensibilidad dentaria será necesario utilizar una pasta desensibilizante, que ayudará a cerrar los poros abiertos del esmalte y a reducir de manera notable la sensibilidad al ingerir bebidas calientes o frías.
También es importante modificar patrones en el proceso de la higiene bucal, ya que pueden incurrir de manera positiva o negativa en el mantenimiento del blanqueamiento dental.
Finalmente, se debe cambiar la alimentación y ser conscientes de qué hábitos —como el consumo de comidas con colorantes— pueden afectar. Además, se debe reducir el consumo de café, vino tinto o té para mantener el blanco de los dientes por más tiempo.
Espero que el emprendimiento de Irma y su prima sea un éxito y la veamos lucir una sonrisa radiante por mucho, mucho tiempo.